Integrantes del Movimiento Tacushcalco y del colectivo “Tisenseliat” denunciaron las criticas condiciones de los pueblos indígenas tras verse afectados directamente por los efectos de la pandemia del COVID-19 que se prolifera en territorio salvadoreño.
“La pandemia de COVID-19 está provocando una pérdida importante de vidas, destruyendo medios de subsistencia y la reacción del gobierno está amenazando con deshacer muchos de los avances logrados en materia de Derechos Humanos y procesos democráticos”, reza un extracto del comunicado que emitieron las organizaciones.
Los manifestantes indicaron que los pueblos que se han visto principalmente afectados son el Nahua, Lenka y Kakawira, debido a que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Por lo tanto, solicitaron que para afrontar la pandemia y sus secuelas es importante que se garantice la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y de los sectores sociales en el establecimiento de espacios de coordinación y elaboración de planes de acción territorial para coordinar el trabajo comunitario y nacional en la atención y pleno cumplimiento de los derechos sociales, culturales, medioambientales y económicos de los Pueblos Indígenas.
Ante esta situación indicaron que aun se mantienen condiciones de inseguridad alimentaria, abusos de autoridad por parte de los aparatos represivos del Estado, altas tasas de desnutrición, inaccesibilidad a servicios de salud, violencia contra las mujeres, precariedad de infraestructura social, invisibilización de los impactos de la crisis en el sector e incluso depredación de bienes naturales en los territorios indígenas, además, de la exclusión de saberes y prácticas ancestrales que podrían colaborar efectivamente a enfrentar la pandemia en cada territorio.
“Sin restarle importancia a todas esas condiciones, como organizaciones estamos impulsando la campaña “Justos Resistimos-Tisenseliat” que tiene como finalidad mitigar con insumos básicos alimenticios y de sanidad las necesidades de la niñez, mujeres y personas mayores indígenas, particularmente de los pueblos Nahua de la región de Los Izalcos en el departamento de Sonsonate, quienes al igual que el resto de Pueblos Indígenas del país, se ven afectados por una cuarentena obligatoria desde el pasado mes de marzo”, indicaron los denunciantes.
En este sentido solicitaron, que se cree un plan estratégico de apoyo a este sector de la población salvadoreña.
Por lo que solicitaron a las dependencias del Ministerio de Cultura, abrir con urgencia un espacio de diálogo o instalar una mesa con todas las expresiones indígenas a nivel local y nacional para sentar las bases de un Plan de Recuperación para Comunidades y Territorios Indígenas el cual puede encontrar sustento jurídico en el PLANPIES y la Política Nacional para Pueblos Indígenas.
En ese punto esperan que se retome elementos como la seguridad y soberanía alimentaria, la medicina ancestral indígena, la dinamización de la económica local y el pleno desarrollo de nuestras expresiones de identidad cultural.
Asimismo solicitaron aplicación de la Política Nacional de Salud para Pueblos Indígenas; se generen condiciones para que médicos tradicionales indígenas, profesionales indígenas de la salud, parteras indígenas comunitarias y liderazgo comunitario indígena en coordinación con el personal de los centros de salud de los municipios y otros actores claves puedan trabajar en nuestras comunidades en iniciativas de prevención, reporte de casos y atención a emergencias, desde la realidad comunitaria, a través de campañas sobre las medidas de prevención de la infección por COVID 19 y de la medicina ancestral indígena.