El Corredor Seco es una franja que cubre cuatro países de Centroamérica (incluido El Salvador) cercana a la costa del Pacífico. Son terrenos con alta vulnerabilidad frente a la sequía y las fuertes lluvias. Las pérdidas en esa zona, cuando hay eventos extremos de lluvia o falta de ella, propicia un aumento en los índices de pobreza y hasta migración.
Después de una reunión con cooperantes de Israel, el vicepresidente Félix Ulloa mencionó que la ayuda para el Corredor Seco es una de las acciones con las que buscan trabajar en conjunto con los israelíes. “Se acordó la implementación de proyectos urgentes relacionados con la tecnificación en la producción agrícola, y la producción ganadera, además de la generación de agua potable en lugares de poco acceso, como el corredor seco, son proyectos que, prioritariamente con el apoyo del Gobierno de Israel”, dijo Ulloa.
El encuentro fue con Alan Kahn, presidente de la Cámara Israel-El Salvador de Comercio e Industria, Rolando Despinoy, de Central America Software Services. En la reunión también participó Pablo Anliker, ministro de Agricultura y Ganadería.
Israel, un país que ha logrado desarrollar su agricultura a pesar de estar asentado prácticamente sobre un desierto indicó que esperan también ayudar a mejorar las condiciones para cultivar en esa región vulnerable. “Tenemos un Corredor Seco. Queremos lograr, a través de la tecnología israelí, solventar dichos problemas”, comentó Kahn.
Otro de los proyectos que generaron interés es llevar el sello Fairtrade o Comercio Justo a más actividades agrícolas. Este es un sello internacional que garantiza al consumidor que la cadena de producción detrás del bien que se está consumiendo cumple con valores éticos, como por ejemplo, beneficiar a comunidades empobrecidas de productores con un mercado seguro y condiciones dignas de trabajo, para que rindan mejor.