Activistas de los derechos de los migrantes han expresado que el nivel de violencia en El Salvador debería ser el punto de partida para que el gobierno de Trump se dé cuenta de lo contraproducente de enviar de regreso a El Salvador a más de 200,000 emigrados que han vivido en los Estados Unidos con Estatus Temporal de Protección Temporal (TPS) durante dos décadas.
El Gobierno estadounidense anunciará el próximo lunes 8 de enero su decisión sobre si mantener o suspender el TPS para los salvadoreños. Muchos temen que el próximo lunes, la secretaria de Seguridad Nacional (DHS) Kirstjen Nielsen anuncie la cancelación del programa para los salvadoreños, tal y como ya lo hizo para haitianos y nicaragí¼enses en meses recientes.
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Oscar Chacón, director ejecutivo de la organización Alianza Americas, dijo que es la violencia lo que sigue causando que muchos salvadoreños salgan huyendo de ese país y lo que “hace difícil imaginar un regreso, a los que han vivido tantos años en un país como Estados Unidos”.
Chacón instó al gobierno de Trump a extender el programa “lo más posible para darnos tiempo a negociar con el Congreso y buscar alguna solución más duradera” para esta población, que también incluye a 273,000 hijos nacidos de padres con TPS.
Este y otros activistas señalaron que El Salvador tendrá dificultades de recibir un influjo de esta naturaleza, y predijeron que el remedio “sería peor que la enfermedad”, ya que la suspensión del programa crearía problemas tanto en Estados Unidos como en el país de origen.
Una de las áreas afectadas sería la industria de la construcción, en la que hay muchos salvadoreños con TPS.
“Estos son miembros productivos de la sociedad y muy importantes para nuestra empresa”, dijo Mark Drury, vice presidente de negocios de Shapiro & Duncan, una empresa de construcción en Maryland, donde viven muchos beneficiarios del TPS.
“Tenemos muchos empleados salvadoreños y ahora mismo tenemos más trabajos que personas para ocuparlos”, agregó. “Sacar a miles de personas de la región no haría sino dificultar el crecimiento y ahora mismo se rechazan contratos por falta de personal”.
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En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez reiteró que la estrategia se maneja en dos líneas ante el Congreso estadounidense, tanto para solicitar la próroga del TPS, como para convertir el beneficio en carácter de residencia permanente
Martínez expresó este jueves en rueda de prensa que las gestiones por el TPS han incluido reuniones con los tres secretarios de Seguridad Nacional de EUA que han ocupado el cargo (John Kelly, Elaine Duke y Kirstjen Nielsen).
Asimismo, subrayó que tras realizar 39 reuniones con congresistas y senadores, se ha logrado el apoyo bipartidista de más de un centenar de miembros del Congreso EUA, quienes se han expresado a favor del TPS.
El 97% de compatriotas TPS son población Económicamente Activa: del 95% de la población ocupada, casi la tercera parte trabaja en rubro de servicios y un 22% en construcción.
