El criminólogo salvadoreño, Ricardo Sosa, expresa que la propuesta de crear grupos de defensas comunales armados, es una medida “inadecuada, populista y carente de todo respaldo científico y criminológico”, medida que podría generar “grandes riesgos” en la sociedad.
“La propuesta debe de estudiarse a profundidad, ya que implicaría grandes riesgos; considero una medida inadecuada, populista, incorrecta, carente de todo respaldo científico y criminológico, que busca manipular la opinión y conciencia de la ciudadanía que está ansiosa que con esta “nueva propuesta” se erradique el crimen y la impunidad al cometer delitos”, expresó el criminólogo.
El 12 de abril del corriente año, el diputado de Gran Alianza por la Unidad (GANA), Guillermo Gallegos, propuso la creación de defensas comunales armadas que estarían coordinadas por la Policía Nacional Civil (PNC, a fin de que estos ciudadanos defiendan sus vidas y recuperen los territorios de grupos pandilleriles.
¿Por qué no debe armarse? Sosa brinda sus opiniones basándose en que El Salvador está situado, desde el 2015, como el país más violento del mundo, base al parámetro, “que es el índice de homicidios por cada cien mil habitantes, que en 2015 fue de 104”.
“Nuestra sociedad salvadoreña se encuentra enferma, históricamente hemos sido violentos desde épocas de la colonia, y nos hemos convertido en sociedad intolerante de esto existe evidencia con casos de homicidios por disputas de parqueo, ruidos en las casas, fiestas hasta altas horas de la noche, casos pasionales, disputa de vía pública entre otros” acota el especialista.
Ante esto, Sosa manifiesta que la sana convivencia no se encuentra en su mejor momento, “y esto aplica a cualquier colonia o residencial no importando su nivel económico”.
“Pueden elevarse homicidios”
El criminólogo asegura que la población civil no tiene ningún tipo de adiestramiento en uso de armas de fuego y explica que los ciudadanos que poseen armas con autorización, se someten a exámenes teóricos, psicológicos y práctico, el cual, consiste en aprender a armar y desarmar un arma de fuego.
“Es predecible un alza de homicidios por situaciones no relacionadas a crimen y delincuencia sino por hecho de intolerancia, matonearías y cualquier tipo de disputas; lo cual vendría a aumentar nuestros índices de homicidios como país en el concierto mundial”, dijo.
Y añade que, la persona que porta un arma debe cumplir un determinado perfil psicológico, y no padecer ninguna patología como psicosis de guerra o delirio de persecución, no solo por el hecho que este ciudadano forme parte de un grupo de comité ciudadano o como se le designe.
Sosa explica que en El Salvador el 85% de los Homicidios, aproximadamente, son cometidos con armas de fuego, el incrementar la presencia de armas de fuego en el territorio nacional estaría facilitando el comedimiento de homicidios y de otro tipo de delitos.
“Los asaltos a residencias podrían generar que los delincuentes asesinen de una vez a los residentes presumiendo que estarán armados y convertir en blanco a las colonias, residenciales, comunidades, ya no solo por el patrimonio, sino como fuentes de provisión de armas de fuego”