La Corporación Reto del Milenio aseguró, este lunes, que mantendrá hasta el 7 de enero de 2021 al equipo que vela por la logística de los proyectos correspondientes al segundo compacto de Fomilenio, el cual inició en 2015.
Sin embargo, el director residente de país de la Corporación, Preston Winter, indicó que los trabajos deberán ser congelados a partir de este 7 de diciembre, debido a que el Ejecutivo y el Legislativo se encuentran en una disputa por el desembolso de US$50 millones, que son la contrapartida que El Salvador debe entregar según lo establecido en el convenio de la institución gubernamental estadounidense.
La problemática entre los órganos de Estados, en que el Ejecutivo y el Legislativo habían a un acuerdo el 10 de septiembre, con la sanción de un decreto, donde los legisladores asignaron los fondos para Fomilenio II, $75 millones para las municipalidades; y $15.4 millones para el Hospital El Salvador para un total de $197.4 millones de los $250 millones del préstamo que el Gobierno suscribió con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que fue ratificado el pasado 2 de agosto.
En esa ocasión, el secretario Privado de la Presidencia, Ernesto Castro, había asegurado que el decreto sería vetado debido a que no fue aprobado como lo había pedido el Gobierno.
Pero al borde de la medianoche circuló un documento, donde sancionó y mandó publicar en el Diario Oficial el decreto legislativo.
Pasado el tiempo, Fomilenio encendió las alarmas porque los fondos no habían llegado a sus arcas, para poder continuar con el proceso de las obras pactadas en el convenio de cooperación.
Esto llevó a los diputados a cuestionar, de donde estaban los fondos que ya habían sido facilitados. Ante la interrogante, el gobierno no dio mayor explicación y mantiene el discurso que los diputados tienen el control del desembolso de un nuevo préstamo y poder cumplir con este compromiso.
Al tiempo apareció el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, quien explicó que si están los fondos, pero no se pueden ocupar debido a que son parte de la propuesta gubernamental de reactivación económica, FIREMPRESA, debido a los problemas generados por el coronavirus.
En esa ocasión, Zelaya dijo que no podía quitarle el dinero que iba a ser ocupado para los microempresarios.
Esta y otras acciones generaron que los parlamentarios, aprobaran el 26 de noviembre un dictamen favorable para reformar al artículo 2 del Decreto 640 para transferir $354 millones para pago de siete meses de Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (Fodes), FOMILENIO II, veteranos, así como pago a proveedores del sector privado.
Ante esta situación, el presidente de la República, Nayib Bukele, dijo a través de su cuenta de Twitter que el Gobierno “no tenía por qué ir a la Asamblea” a solicitar asignación de fondos algo que “ya había sido asignado en un Decreto Legislativo”.
Por este conflicto, la Corporación Reto del Milenio dio hasta este día un compás de espera para que las partes en conflicto llegaran a una solución.
Pero al ver que no hubo una solución, por lo que la institución sentó postura este lunes, por lo que detalló las consecuencias que se tendrán producto a este conflicto.
En este sentido, el director ejecutivo de FOMILENIO II, William Pleitéz, explicó que semanas atrás solo hicieron la advertencia de la suspensión de las obras, porque si se cancelara el programa si deberían haber tenido los fondos solicitados.
“Se nos ha abierto una ventana de cortísima duración para lograr, esperar, que al final las instancias correspondientes se pongan de acuerdo y liberen esos $50 millones necesarios para terminar las obras”, indicó Pleitéz.
Agregó, que esto significa que el país tendrá un margen de dos semanas para ponerse de acuerdo en la forma de financiar los $50.7 millones que faltan para poder continuar las obras de Fomilenio II que aún están pendientes.
Sin embargo, Pleitéz advirtió que “si a más tardar en la siguiente plenaria o la próxima no hemos tenido respuesta en la asignación de recursos, comenzaremos a cerrar aquellos proyectos que nos pudieran liberar una mayor cantidad de dinero”.
En este punto, sostuvo que es mejor cerrar cuatro proyectos que absorbían más recursos que los 11 completos, agregó que muchos de los contratistas no están renovando el contrato de sus empleados debido a que no cuentan con dinero.
Asimismo, indicó que de no haber un acuerdo las obras inconclusas pasan a manos de las instancias correspondientes y tendrán un costo de alrededor de US$20 millones más que lo que presentaban al inicio.
Por su parte, Winter dijo que “MCC, sin embargo, ha tenido un gesto sin precedentes para ganar un poco de tiempo, el cual consiste en extender la fecha de cierre (del convenio) establecida para el 7 de enero con la expectativa de que antes de final del año se haya logrado un acuerdo para proveer el financiamiento pendiente”.
Aclaró, no obstante, que “esto no significa una extensión del convenio, y cabe aclarar que, sin una acción inmediata de las instancias correspondientes para obtener los fondos, El Salvador, pese a estar próximo a una finalización exitosa de este segundo convenio, continúa en alto riesgo de no continuar los beneficios esperados para la población salvadoreña”.
Fomilenio II lleva ejecutados el 74% de los fondos destinados por EE.UU.
Este segundo compacto por $277 millones fue aprobado en 2013 para ejecutarse en un plazo de cinco años y para obtenerlo el país tuvo que cumplir una serie de indicadores que le garantizaran a la MCC el respeto a la ley y un trabajo enfocado en mejorar indicadores sociales y económicos.
Al 30 de julio de este año Fomilenio ya había ejecutado el 74 % de esos fondos donados por Estados Unidos aunque a la fecha el porcentaje puede haber aumentado debido a que todavía no se tiene el cierre financiero definitivo.
