El accionar del Plan Control Territorial a escala nacional da resultados excepcionales, ya que sus efectos se reflejan en los balances estadísticos mensuales, permitiendo a residentes de 31 municipios del país se sientan seguros por la tendencia a la baja de diversos crímenes.
La percepción de mejora de la seguridad inicia desde los casos de homicidios, ya que el pasado mes de febrero finalizó con 76 asesinatos en todo el territorio cuscatleco, lo que en comparación en el mismo periodo de 2021 sería 29 menos fallecidos.
Los datos de este año reflejan una reducción del 27. 6% de homicidios con respecto al mismo periodo en 2021.
Por esta cantidad, febrero 2022 fue catalogado como el periodo menos violento en los últimos 23 años.
La cifra más alta se obtuvo en febrero de 2016 cuando la Policía informó de 740 homicidios, es decir un promedio de 28 asesinatos diarios en el país. También 2012 en el mismo período se registraron 413 muertes violentas. Las cantidades recurrentes de homicidios en los meses de febrero desde 1998 a 2018 oscilaron entre los 290 y los 740 asesinatos.
Los buenos resultados son logros del PCT que desde junio de 2019 ha logrado disminuciones significativas en la violencia homicida, feminicidios, robos, extorsiones, secuestros y otros delitos que administraciones anteriores no pudieron controlar.
Respecto a la extorsión la reducción ha sido del 14.5, robo del 3.4, robo de vehículos del 66.7%, muertes culposas del 4 por ciento y secuestro del 100 por ciento.
Mientras que otros delitos como las lesiones, hurto y hurto de vehículos experimentaron leves
incrementos de entre el 4.6 y el 7.4 por ciento.
En cuanto a las capturas reportadas en 2022, estas presentaron una tendencia a la baja,
especialmente en municipios como la capital, San Miguel, Soyapango, Chalchuapa, Ahuachapán,
Santa Tecla, San Martín, Apopa y Mejicanos.
Otras municipalidades que mostraron una disminución de la incidencia delincuencial son
Quezaltepeque, La Libertad, Ilobasco y San Marcos.
De las 2,930 aprehensiones contabilizadas en 2022, un total de 2,024 ocurrieron en el término de
la flagrancia, 489 de tipo administrativo y 417 de orden judicial.
El grueso de los arrestos correspondió al rubro de otros delitos, 132 por homicidio, 124 por
extorsión, 88 por robo, 301 por lesiones, y 67 por hurto.
Entre los detenidos, un total de 831 son integrantes de pandillas, en su mayoría por los delitos de
homicidio, extorsión, robo, violación, posesión y tenencia de droga, agrupaciones ilícitas, tráfico
ilícito y receptación.
Otra acción correspondiente al programa de control del delito correspondió al decomiso de armas
con un total de 210, entre las que se contabilizaron 89 pistolas, 47 revólveres y 58 escopetas.
La policía, junto con patrullas militares, llevó a cabo durante 2022 cerca de 20,000 patrullajes, con
apoyo táctico aéreo, de investigadores e inteligencia, que propiciaron golpes a estructuras
criminales y su desarticulación.
Para el criminólogo, Ricardo Sosa, el Gabinete de Seguridad ampliado continúa demoliendo sus mejores registros del año anterior por medio del trabajo articulado, en unidad, con alto espíritu de cooperación.
Según Sosa, la Fase IV, denominada “Incursión” ha profundizado las disminuciones de los delitos de alto impacto en la sociedad salvadoreña.
“Febrero 2022 finaliza confirmando una tendencia clara a la baja en violencia homicida, con menos homicidios que enero 2022, y por debajo del promedio anual del 2021”, indicó.
De acuerdo con el especialista, el combate y represión al delito de homicidio y desaparición de personas rompe con el ciclo de impunidad e indiferencia de la década anterior.
