Por Carlos Castillos.
Paraguay tiene nuevo presidente. Un joven economista, de 44 años de edad, que llega a la jefatura del Poder Ejecutivo para enfrentar grandes desafíos, que pasan por la corrupción, el narcotráfico, la inseguridad, la pobreza y otra serie de problemas endémicos, que tampoco han podido solucionar los gobiernos anteriores.
Peña nació el 16 de noviembre de 1978, por lo cual, en tres meses, cumplirá 45 años. En su currículum tiene un pasaje como ministro de Hacienda entre enero de 2015 y junio de 2017, y un pasaje por el Banco Central de Paraguay (BCP) entre 2000 y 2009. También trabajó en el Departamento Africano del Fondo Monetario Internacional, en Washington (Estados Unidos) y ejerció la docencia.
En su primer discurso como presidente de Paraguay prometió mejorar la educación, la salud y el empleo básicamente. Lanzó una cifra ambiciosa: Generar 500.000 empleos, tarea que no parece sencilla. Tendrá muchos obstáculos y dificultades, porque la población paraguaya está muy despolitizada, polarizada y en muchos casos es indiferente a lo que sucede con el gobierno de turno.
Este país sudamericano tiene poco más de seis millones de habitantes, de los cuales 4 millones 700 mil son adultos habilitados para votar, aunque en las elecciones nacionales de abril, en las que se eligió a Santiago Peña, votó el 63,4 por ciento de los habilitados.
La gestión de Peña estará sostenida por un amplio y poderoso aparato político institucional del conservador Partido Colorado (ANR-Asociación Nacional Republicana) que controla prácticamente todo lo que pasa en el país. Desde enero de este año, el presidente de ese partido es el ex presidente Horacio Cartes, empresario y devenido en político desde que decidió afiliarse al Partido Colorado, en el 2009.
Cuatro años después, en el 2013 asumió la presidencia y gobernó hasta el 2018, cuando le traspasó el mando a Mario Abdo Benítez, también “colorado”, aunque con algunas diferencias que generaron roces en estos cinco años de gestión. Santiago Peña está considerado en Paraguay como “el delfín” de Cartes, ya que fue el influyente empresario y político quien lo catapultó a esta carrera, a pesar que Peña estuvo afiliado al Partido Liberal, Radical Auténtico (PLRA), el principal de la oposición, entre 1996 y 2016.
El flamante presidente asegura que marcará un perfil propio, aunque no todos le creen. Tal es su relación con su mentor político que hoy, en su discurso, incluyó un reconocimiento especial a Cartes a quien le agradeció por “perseverar, sin desmayos, en la construcción de consensos y en la búsqueda de acuerdos por sobre las diferencias”, principalmente al interior del Partido gobernante.
“Hoy nos toca llevar esa vocación política al servicio de todos los paraguayos. Deseamos ser un partido al servicio de la nación” afirmó Peña. El tiempo dirá como se desarrolla esta nueva administración. Peña gobernará hasta agosto del 2028, cuando lo suceda el presidente que surja de las elecciones nacionales de abril de ese año.
FOTO: Santiago Peña (Cortesía)
Link: Presidencia de Paraguay
