El Presidente del gobierno cantonal, el suizo de origen argentino, Antonio Hodgers, era favorable a restringir encuentros públicos a no más de cinco personas, pero su posición no fue mayoritaria en el seno colegiado de siete miembros que gobierna Ginebra. Al ser un cargo anual rotativo, Hodgers cederá la presidencia mañana sábado a una de sus colegas, pero continuará como uno de los 7 “Consejeros” que dirigen el Cantón, todos elegidos por el voto de la población. Estuvo recientemente contaminado por el Covid-19, recobrando la salud el pasado 12 de octubre, luego de una estricta cuarentena.
El Cantón de Ginebra, mayoritariamente urbano, donde habitan alrededor de medio millón de personas, domiciliadas en el casco céntrico, o en comunas aledañas, con pocas tierras agrícolas, viene de poner en marcha una serie de medidas, ante el aumento de las hospitalizaciones por coronavirus. A la prohibición que se congreguen más de 15 personas en plazas, parques, paseos, y los bordes turísticos del Lago Leman, se agrega el limite de 100 personas para darse cita en eventos privados, como casamientos, aniversarios, cumpleaños, conmemoraciones y funerales. En todos los casos deben respetarse las medidas preventivas, como el uso de máscaras, la distancia de al menos 1,5 metros entre los concurrentes, y disponer de los medios para la higiene de manos.
En la última semana cerca de de mil personas dieron positivos en los test llevados a cabo en Ginebra. La proporción previa que solo el 10% de los test daban positivos se duplicó al 20%. Entre el 5 y el 14 de octubre, las hospitalizaciones aumentaron en un 43%. Este miércoles pasado había 76 pacientes en el Hospital Cantonal, de los cuales 7 se encontraban en cuidados intensivos. Sin embargo, la virulencia del virus sigue siendo la misma que antes, solo un 10% de los test positivos provocan hospitalizaciones. Se están anunciado unos 300 nuevos casos diarios en Ginebra, cuando esa cifra correspondía a la totalidad de Suiza, pocos meses atrás. Hay 917 personas aisladas en observación en el conjunto del Cantón para dictaminar si han sido contaminados.
Las nuevas restricciones no abarcan a las reuniones políticas, que no tienen límites para el público que desea asistir, pero siempre acatando las medidas preventivas generales antes enumeradas, siempre con barbijos obligatorios en todo lugar privado. Esos tapabocas, se imponen completamente en los conciertos, espectáculos, competiciones deportivas, fiestas de los barrios, festivales a puertas abiertas, piscinas, centros de entrenamientos deportivos, gimnasios, desfiles y movilizaciones, cuyos responsables deben pactar con las autoridades los términos del funcionamiento de los mismos. Las restricciones se extienden al mundo educativo. El gobierno cantonal acaba de anular los campos de recreación escolares, de la enseñanza primaria y secundaria, y los viajes de estudio que impliquen a los alumnos dormir fuera de sus domicilios.
Al propio tiempo, el consumo de bebidas alcohólicas está vedado en todas las concentraciones públicas, salvo para las personas sentadas en asientos no intercambiables. Los organizadores deben tomar los datos esenciales de los participantes (nombre y apellido, teléfono celular y correo electrónico), y guardar esa información por 15 días por si alguien que haya asistido se enferma con el Covid-19, de modo que los servicios de sanidad contacten de inmediato a quienes estuvieron en su cercanía, para imponerles cuarentenas y aislarlos, e intentar así cortar la cadena de contagios potenciales. La capacidad de Ginebra para efectuar dicho seguimiento está resultando insuficiente. Funcionarios de la sanidad cantonal pueden seguir la pista de unos 50 casos diarios, cuando la demanda es tres veces superior.