Millones de documentos filtrados a un periódico alemán sirvieron para enjuiciar públicamente a figuras relevantes de la política mundial, empresarios de dudosas riquezas, personajes del deporte y espectáculo mundial, así como protagonistas locales, aunque algunos pretendan esconderse.
Los archivos son más de 11,5 millones que fueron llamados “Panamá Papers” y se entregaron al diario
de Alemania -sin que éste revelara las fuentes- y cautivaron a la “prensa investigativa”, atrayendo la atención del mundo generando pinchazos y convulsiones en muchos de esos inversionistas que obtuvieron inciertas riquezas o buscaron un “paraíso fiscal”.
Según los datos la firma de abogados Mossak Fonseca ayudó a crear en 40 años 120 mil empresas de papel de las que en El Salvador fueron más de 220 sociedades “offshore”. Se informó que entre 2000 y 2015 esa firma trabajó con al menos 33 clientes salvadoreños.
“Las empresas, creadas para garantizar el anonimato de sus propietarios, han sido usadas para efectuar transacciones de cientos de miles de dólares, compra de inmuebles en El Salvador o para celebrar convenios con municipalidades salvadoreñas. Todo fuera del radar de las autoridades locales”, dijo el periódico digital El Faro basado en esos papeles filtrados.
El Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés y con sede en Washington), que facilitó materiales a sus medios afiliados, dijo en la introducción del material periodístico publicado en su página de internet, que algunos de los implicados a nivel mundial lo hicieron para facilitar el soborno, el tráfico de drogas y armas, la evasión de impuestos y el fraude financiero.
Y Panamá permite las actividades de la firma de abogados, pues se han realizado desde hace mucho en otros países, entre ellos Suiza, Islas Vírgenes Británicas o Nevada en Estados Unidos, pero de esos poco se habla, el interés está cifrado en saber quién o cuáles empresas o sociedades offshore crearon en ese edén, que hoy ha puesto en alerta al gobierno del presidente Juan Carlos Varela, quien asustado pretende explicar al mundo.
Ramón Fonseca, quien dirige la firma de abogados en Panamá, dijo que “entre sus socios más importantes se encuentran bancos y abogados en Miami (Florida) y el estado de Nevada en EEUU. Este último, junto con Delaware, son las ‘lavadoras’ más grandes del mundo. Compiten con sus contrapartes en el Canal de la Mancha (Gran Bretaña). Estas lavadoras, sin embargo, no son consideradas ‘off-shore’ y pueden operar debido a la protección que reciben de sus respectivos gobiernos (Washington y Londres, respectivamente)”, escribió Marco A. Gandásegui hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA).
El escritor y periodista Jon Lee Anderson, dijo que Panamá “ofrece su bandera nacional a transportistas internacionales, direcciones locales a corporaciones fantasmas, un sistema bancario permisivo para cualquiera con dinero, (y) por mucho tiempo ha sido reconocido como un lugar complaciente para los negocios”.
En una nota en The New Yorker, Anderson escribió que “la espectacular filtración de documentos de esta semana de la firma panameña Mossak Fonseca, los llamados PanamaPapers, muestran algunas de las formas que ofrece al sistema bancario offshore, del cual Panamá es parte integral, a la gente adinerada de todo tipo —no exclusivamente a los narcotraficantes—”. Y agregó que ese tipo de paraísos “existen en la casi-nación caribeña de Gran Caimán; en la isla de Jersey y en la Isla de Man; en la sub-nación pirinea de Andorra; y en muchos otros nidos alrededor del mundo.”
Y llegaron las reacciones de las más de 70 figuras mundiales, algunos optaron por callar o lo negaron como el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien dijo que nunca tuvo participación en el capital de la sociedad de su familia, pero el que fue más lejos es el futbolista Lionel Messi, quien amenazó con una demanda contra de los medios que publicaron la información untándolo. Aunque el primer ministro de Islandia, Sigmundur Gunnlaugsson, agobiado por el escándalo renunció y se convirtió en “la primera víctima de los Panamá papers”, dijo la BBC.
Y así cada día salen más y más nombres, en la medida de que los medios asociados al ICIJ los publican, y otros que se unen a las noticias relacionadas al suceso de carácter mundial.
Basados en esos papeles en El Salvador se han ido manchando nombres conocidos, no solo porque figuran en el ambiente político o empresarial –entre ellas la principal cadena de televisoras en el país-, también porque se tienen referencias públicas y las que el Fiscal Douglas Meléndez comienza a conocer.
Meléndez dijo que en el caso se ha abierto un expediente para determinar si hay o no delitos que se deben investigar en contra de los empresarios que se hayan mencionado. Los posibles delitos que se investigarán son la evasión de impuestos, el lavado de dinero y creación de empresas para fraude. Su posición parece interesante y habrá que esperar hasta dónde llega para llegar a conclusiones si es que las da a conocer, pues como suele suceder algunos funcionarios aparecen prometiendo resultados y luego se esfuman.
En algunos medios se han publicado nombres, eso dependiendo del interés político y en lo que la página digital “Transparencia Activa”, adscrita a la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, publicó nombres de reconocidos empresarios, algunos dueños de medios escritos y televisión que tradicionalmente han simpatizado con anteriores gobiernos conservadores de derecha.
Los otros lanzan piedras principalmente en contra del ex presidente Mauricio Funes y allegados, pero judicialmente nada ha sido procesado todo está “en veremos”, además ya se publican lo que dicen algunos “analistas” o expertos quienes aseguran que no todas esas empresas creadas por la firma de abogados Mossack Fonseca son ilegales o están cargadas hacia el delito, aunque más parece una defensa anticipada.
Por hoy esos millones de documentos son papeles que han embarrado a muchos, mientras quienes los filtraron sonríen y el presidente ruso Vladimir Putin acusa a Estados Unidos de haberlo hecho a través de su agencia de ayuda (USAID) para afectarle; y WikiLeaks lo denunció también agregando que en esa acción se vinculó a la Fundación Soros por medio de la Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).
Los papeles embadurnados seguirán circulando en busca de que alguien encuentre nombres de personajes que hicieron de Panamá un paraíso para enriquecerse de forma lícita o ilícitamente.