Por Zaida Corniel.
Esta entrevista es más que nada una conversación con dos viejas amigas y colegas que siempre me sorprenden con sus proyectos y por las que siento mucho respeto y admiración. A lo largo de los años hemos coincidido en espacios laborales, proyectos y tertulias literarias, y, actualmente, editamos juntas EntreTmas Revista Digital. Así como de incestuosa les pudiera parecer esta conversación, la razón de entrevistarlas, a pesar de estos lazos tan cercanos, se debe a que a mi yo periodista, el cual a veces visito de a rato cuando la academia me lo permite, no se le podía pasar por alto registrar lo que acontece en Palabra-Imagen-Escena (PIE). Un espacio cultural fundado por las escritoras, educadoras y académicas Margarita Drago y Juana M. Ramos, quienes cada tercer domingo del mes nos convocan a reunirnos a su tertulia en Terraza 7, un legendario bar en el mismo corazón de Jackson Heights, en Queens. Por allí han pasado a leer escritores de casi toda la geografía latinoamericana. Allí convergen todos los acentos y se hace realidad aquella América que soñó alguna vez el inmenso escritor cubano José Martí.
ZC: ¿Cómo surgió la idea de crear este espacio de encuentro, Palabra-Imagen-Escena?
JR: Querida Zaida, gracias por entablar esta conversación con nosotras sobre este proyecto que nos llena de mucha alegría. Fíjate que, hace ya varios años (en 2017), Freddy Castiblanco, amigo entrañable y dueño del icónico bar Terraza 7, enclave de excelentes e importantes eventos culturales y artísticos en el condado de Queens, nos ofreció un espacio en el bar para que lleváramos a cabo cualquier tipo de actividad cultural-literaria que deseáramos. En ese momento se nos hizo imposible, no teníamos el tiempo disponible para embarcarnos en ningún proyecto extracurricular. Los semestres en la universidad no nos daban mucho respiro (tampoco ahora, pero hemos aprendido a invertir más nuestro tiempo en las otras facetas que también nos apasionan), por lo que le dijimos a Freddy que lo pensaríamos. Pasaron los años y, en 2022, a propósito de la presentación del libro Fragmentos de la memoria. Mi vida en dos batallas, de Margarita, que presentamos en Terraza 7, Freddy volvió a recordarnos que el espacio seguía ahí esperándonos. Esta vez, muy decididas, aceptamos y nos embarcamos en esta serie que bautizamos Palabra-Imagen-Escena (PIE). De inmediato, nos comunicamos con Freddy y le propusimos llevarla a cabo el tercer domingo de cada mes, a excepción de los tres meses del verano. Y así, nuestro amigo y cómplice, el poeta y diseñador gráfico Melvyn Aguilar, nos diseñó el logo y, desde el primero, todos los volantes de promoción de la serie.
ZC: ¿Cómo han visto ustedes desarrollarse estos encuentros? ¿Han llenado sus expectativas?
Todos los encuentros han sido excelentes. La gente está muy interesada en conocer lo que se gesta en la ciudad en cuanto a actividades culturales. Nos alegra el hecho de que todos los invitados aceptan con entusiasmo la invitación a ser parte de PIE. Por la serie, en estos casi dos años, han pasado poetas, narradores, dramaturgos, cantantes y artistas visuales. Procuramos la diversidad de los participantes y de los trabajos que presentan. Tal vez haga falta un poco más de publicidad de la serie, para que alcance a más personas y se hagan presentes en Terraza 7. En general, tenemos muy buen público y extraordinarios presentadores.
ZC: ¿Quiénes mayormente asisten o participan en Palabra-Imagen-Escena (PIE)?
Esta serie la creamos pensando en la comunidad hispana/latina de todos los condados de la ciudad. Es por ello por lo que todas las presentaciones son en español o, en algunas instancias, bilingües, como en el caso de la reconocida poeta nuyorriqueña Nancy Mercado o del dramaturgo puertorriqueño Ian Robles. Cuando concebimos la serie la pensamos como un espacio alternativo, abierto a los escritores, artistas visuales, dramaturgos, cantantes, etc. que crean en español, lengua que nos sirve de trinchera, que nos convoca y que, de alguna forma, es un “espacio” de resistencia ante los ataques a los que se ve sometida la inmigración latinoamericana. Tenemos la suerte de contar con amigos y amigas que ya son un público habitué, que nos apoyan e impulsan también la cultura y la literatura latinoamericanas.
MD: Ante todo, gracias, Zaida por abrirnos este espacio, por haber participado en una de las primeras series ante un público entusiasta, y por acompañarnos cada mes que Terraza 7 nos congrega. Como anota Juana, nuestra mira es la comunidad hispana/latina y latinex de todos los condados de la ciudad. Entre lxs participantes, incluimos a escritorxs y artistas que viven y crean en Nueva York, y también a lxs de otros estados o países que visitan la ciudad y aceptan compartir su obra, como los casos de la narradora dominicana Aurora Arias, la poeta colombiana Elizabeth Torres y la poeta dominicana Deidamia Galán-Saffer. Con respecto al público que nos sigue y apoya, y para complementar lo que señala Juana, quiero destacar una información importante. Sabes muy bien que nosotras, como vos, educadoras, siempre pensamos en nuestrxs estudiantes, a quienes invitamos a participar de las actividades que organizamos y/o promovemos. Muchas de nuestras alumnas y exalumnas asisten y nos acompañan en las presentaciones. Y aquí debemos mencionar, y con gran orgullo, a María Agudelo, estudiante salvadoreña graduada del programa de Español de York College, quien desde el inicio ha colaborado en todas las series y ha asumido, tácitamente, el rol de asistente técnica de Palabra-Imagen-Escena. María es nuestra mano derecha y el público asistente siempre la reconoce y aclama.
ZC: Escribir en español en los Estados Unidos es un acto político, posicionarse desde el margen, saber también que grandes editoriales, por ejemplo, no van a publicarte. Pero reconociendo que existe una comunidad lingüística que alberga a más de 60 millones de personas. ¿Cómo se suma este proyecto a esta posición política?
MD: Como bien decís, Zaida, escribir en español en Estados Unidos es un acto político; y esta es nuestra postura con respecto a la lengua. El margen del que hablaba bell hooks es el espacio que hemos escogido como lugar de resistencia, “lugar de infinitas posibilidades”, desde el que nos planteamos la construcción de un contrapoder frente a lo hegemónico. Escribir en español, decía, es un acto de resistencia, y hasta de insurgencia, en primer lugar, ante el ataque que sufre nuestra comunidad hispanohablante de parte de los sectores ultraconservadores, como los impulsores del movimiento “English only”, quienes desde siempre han estigmatizado nuestra lengua y cultura, cuando el español es la primera lengua europea que se impuso en este territorio en el siglo XVI, antes que el inglés. Además, en otro sentido, promover a escritorxs y artistxs que escriben en español, para nosotras es un acto de desobediencia y disidencia frente a las instituciones de poder de nuestra lengua. Me refiero a los organismos que, bajo el lema de uniformidad lingüística y defensa de la pureza del idioma, menosprecian las múltiples variedades dialectales del español, entiéndase el español americano. Nuestra lengua es americana y riquísima en expresiones, giros y vocablos. En nuestra diversidad radica nuestra belleza. Por eso, en Palabra- Imagen -Escena participan artistas visuales, dramaturgxs, poetas, narradorxs provenientes de Latinoamérica y el Caribe hispano. Entre los países representados figuran Argentina, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Cada encuentro es una sorprendente experiencia enriquecedora que nos permite valorar, aprender y disfrutar la frescura y riqueza léxica y expresiva del español. Riqueza que, para los señores que regulan nuestro idioma, para quienes diseñan y publican diccionarios y compendios de la lengua, son expresiones folclóricas o americanismos.
ZC: Juana, tú además habías venido creando un archivo digital con entrevistas a diversas escritoras latinoamericanas, cuéntame un poco de este proyecto y si consideras que esto fue el génesis de Palabra-Imagen-Escena?
JR: Durante la pandemia, a raíz del “encierro” que vivimos y, por ende, de la cancelación de actividades culturales, se me ocurrió, para mantener un poco la cordura, crear una página literaria en Facebook que inicialmente se llamó CuarenTmas. Unas semanas después me di cuenta de que ya existía una página con ese nombre y la cambié a EntreTmas. Junto a la página de Facebook empecé el canal homónimo de YouTube. Con EntreTmas llevé varias series. La primera, “Destellos”, se trató de una suerte de tarjetas postales con la foto de cada poeta y un poema corto que hacía circular por Facebook para llenar las redes de poesía, siguiendo la iniciativa de otros tantos activistas culturales. Esa primera serie aglutinó a cien poetas hispanoamericanos. “Destellos” dio pie a otra serie que titulé “Conozcamos a nuestros autores”, videos en los que los escritores entrevistados debían contestar tres preguntas. La mayoría de ellos reside en los EE.UU. y escribe en español (tú, querida Zaida, eres una de las invitadas). Esta serie llegó a 50 videos. Más adelante, siguió la serie “Conozcamos a nuestra diáspora”, un conjunto de videos similar a la primera serie, pero en este caso se trató de escritores centroamericanos residentes fuera del istmo. Y, finalmente, la serie “Conozcamos a nuestras autoras: Centroamérica”. Esta última agrupa a siete autoras residentes en los países centroamericanos (incluidos aquí Belice y Panamá). Lo maravilloso de este último tramo de entrevistas es que de ellas surgió una antología bilingüe (español/italiano) que Rocío Bolaños, poeta y editora salvadoreña residente en Italia, me propuso después de ver la serie. Y así lo hicimos, junto a Rocío y a la poeta y académica salvadoreña Tania Pleitez Vela, quien también reside en Italia, compilamos el material y Rocío lo tradujo. Fue publicado por la editorial italiana Formarti, timoneada por Rocío y Tania. La última serie que llevo en estos momentos a través de la página literaria EntreTmas es la de “Un poema de…”, en la que me desplazo por mis lugares favoritos de la ciudad y en ellos leo un poema de un o una poeta hispanoamericano(a), a quienes he conocido en mis viajes a festivales de poesía o conferencias. La serie ya cuenta con 42 videos. Todos los videos y entrevistas los subo al canal de YouTube, incluidas la serie “Pedagogías alternativas”, creadas, organizadas y moderadas por Margarita.
Si bien es cierto que es parte de la gestión cultural que hago y me apasiona, no es necesariamente el génesis de Palabra-Imagen-Escena (PIE). Sí puede vincularse, pero PIE es más bien un espacio que lleva el sello tanto de Margarita como mío, y que ya venía gestándose mucho antes, cuando, como te comenté arriba, Freddy nos propuso, en 2017, hacer algo en el bar, pero aún no teníamos el nombre de la serie ni el tiempo para hacerla. Ahora bien, las presentaciones de PIE las transmitimos desde Terraza 7 por la página de Facebook de EntreTmas, para quienes no pueden asistir. Y también las subimos al canal de YouTube. Ambos espacios (el virtual como el presencial) responden al activismo cultural que hacemos en la ciudad.
ZC: Margarita, tú vienes de una larga tradición y has pertenecido a varios grupos literarios que escriben en español aquí en los Estados Unidos. ¿Cómo compararías este momento de escribir en español con los años 90s y principios de 2000?
MD: Esta es una larga historia, Zaida, que trataré de responder sucintamente siguiendo el orden de las diferentes etapas de mi experiencia en Estados Unidos. Llegué a la ciudad de Nueva York como exiliada política al comienzo de la década de los ochenta, en la era del reaganismo, cuando el movimiento de solidaridad con las revoluciones centroamericanas y en contra de las dictaduras del Cono Sur se encontraba en efervescencia. Para entonces, la lucha política estaba muy vinculada con la actividad cultural y literaria. En diferentes espacios, como la histórica Casa de Las Américas, de la Calle 14, en Manhattan, se celebraban recitales poéticos, musicales, lecturas, entre otros eventos, en los que se congregaban latinoamericanxs, caribeñxs e, inclusive, anglos solidarios con los pueblos en lucha. Yo participé activamente en ese movimiento y, en particular, en los organismos de solidaridad con Argentina. Estuve muy involucrada en la programación y tipografía del periódico Denuncia, un órgano de difusión en español creado y dirigido por compañerxs argentinxs. Contribuí al mismo con algunas notas, entrevistas y relatos. El periódico se difundía entre lxs latinoamericanxs y caribeñxs radicadxs en los Estados Unidos, en Europa, e incluso se distribuía clandestinamente en algunos países de Latinoamérica. Por esa razón se publicaba en español. La lengua, en este caso, cumplía una función instrumental necesaria. El periódico aspiraba a ser la voz del amplio movimiento democrático, en particular argentino, y de la gran mayoría de los pueblos del continente.
A finales de los noventa, con la dispersión de los grupos de activistas y militantes políticos, participé en actividades culturales y artísticas de la ciudad. Integré la Tertulia de Escritoras Dominicanas, creada y liderada por la académica Daisy Cocco de Filippis. La mayoría de las mujeres integrantes de la tertulia escribíamos en español. Era una consigna tácita. La lengua y la cultura nos congregaban. Daisy cumplió un rol fundamental y protagónico. Bajo su auspicio, muchas compañeras publicaron sus textos en ediciones individuales y en antologías. En la tertulia concebí y completé mi libro de memorias de la prisión, Fragmentos de la memoria. Recuerdos de una experiencia carcelaria (1975-1980), el que luego publicara Editorial Campana, editorial independiente fundada por el promotor cultural Mario Picayo.
ZC: Sí, recuerdo, en la Tertulia de Daisy te conocí. También recuerdo que en los noventa formaste parte de LART una organización que además de eventos y conferencias contaba con una editorial…
MD: En 1999, las escritoras Sonia Rivera Valdés, Paquita Suárez Coalla, Jacqueline Herranz Brooks y Mario Picayo fundaron Latino Artists Round Table (LART). Yo me incorporé al proyecto. Ocupé el cargo de vicepresidenta por un tiempo y luego fui miembro activo de la organización. LART se concibió como una organización sin fines de lucro que promovía la literatura, la cultura y el arte de los grupos, autorxs y artistas tradicionalmente excluidxs. Impulsaba la producción de obras escritas fundamentalmente en español y otras lenguas consideradas marginales. Las fundadoras de LART sostenían la misión y visión de la organización como una postura política claramente definida.
En el nuevo milenio han surgido, en la ciudad, grupos de intelectuales, artistas, músicos, cineastas, los que participan en festivales poéticos, de cine, en ferias del libro, coloquios y conferencias a nivel académico, en presentaciones de libros, entre otras actividades. La lengua española es un factor aglutinante en muchos de estos espacios. Todo ello se da en un contexto internacional marcado por la globalización, en el que el español ha cobrado un papel preponderante y de liderazgo, no solo por el número creciente de hablantes nativos y estudiosos de la lengua a nivel mundial, también por la creación de programas académicos que promueven el estudio de la lengua y la cultura desde una perspectiva decolonial y de empoderamiento de las comunidades generalmente excluidas por los sectores de poder, entre otros tantos factores. A ello debe agregarse que desde 1997 se han celebrado nueve Congresos Internacionales de la Lengua Española; dos en España y el resto en países latinoamericanos y del Caribe. Importa destacar que los de 2004 y 2019 tuvieron sede en Argentina; el primero, en mi ciudad, Rosario, y el segundo, en Córdoba. Si bien se celebran bajo el impulso y organización de instituciones de poder, como la Real Academia de la Lengua y el Instituto Cervantes con sede en Madrid, hay que destacar la nutrida concurrencia a los mismos de educadorxs, estudiantes, escritorxs y público en general latinoamericano y caribeño. En estos espacios se han discutido temas de envergadura como los aspectos ideológicos y culturales de la identidad lingüística, la lengua en la creación literaria, el español internacional, la internacionalización del español, entre otros tan diversos.
Me preguntas cómo comparo este momento de escribir en español con los años 90s y principios de 2000. Para mí es un acto vital, identitario y político. Defender, enseñar y promover la lengua en la plurilingüe y pluridialectal realidad neoyorquina define mi práctica escritural y docente. Después de descubrir y leer algunos artículos de la destacada lingüista argentina Elvira Narvaja de Arnoux, he acuñado uno de sus postulados como propio. Afirma la académica: “Tres condensados ideológicos importantes: ‘la lengua es la patria’, ‘nuestra lengua es mestiza’ y ‘el español es americano’, facilitan las identificaciones identitarias porque apelan al amplio imaginario colectivo nacional, al de esa nación fragmentada que debe ser restablecida por mandato de los próceres de la Independencia y que es ‘nuestra América mestiza’, en términos de Martí”. En la ciudad de Nueva York, desde donde también combatió el líder cubano, es urgente y necesario trabajar para materializar el sueño martiano.
ZC: ¿Qué planes tienen en el futuro para Palabra-Imagen-Escena?
Sabes muy bien, Zaida, que todo lo hacemos ‘a pulmón’, que sostener este espacio, además de atender nuestras responsabilidades académicas, extracurriculares y personales, significa un esfuerzo titánico. Para nosotras, mantener la serie es un reto y un compromiso político, cultural y educativo al que le dedicamos pasión, energía y mucho entusiasmo. Nuestro anhelo es colmar la sala del bar en cada convocatoria. Por eso, necesitamos mayor difusión. Publicar entrevistas como esta, por ejemplo, en medios de comunicación latinos es uno de nuestros objetivos. Por otro lado, hemos pensado en solicitar becas o algún apoyo financiero para otorgar, aunque sea, un honorario simbólico a los y las participantes. Esto, además de un aliciente, contribuiría a una mayor visibilización de la serie y del espacio físico de Terraza 7, el que tan gentilmente nos ofrece Freddy Castiblanco, su dueño. Por lo demás, Palabra-Imagen-Escena seguirá convocando a nuestra comunidad el tercer domingo de cada mes bajo el lema de inclusión, diversidad y en nuestra lengua. Y como siempre, poniéndole a cada entrega de PIE “alma, corazón y vida”.