sábado, 14 diciembre 2024

Otra vuelta de tuerca

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Holanda ha sido pionera en temas de drogas, prostitución, homosexualidad, y también de eutanasia

Holanda. No podí­a ser en otro lugar la propuesta de legalizar la eutanasia activa para aquellas personas que, aun estando suficientemente sanas fí­sicamente, estén, simplemente, agotadas de vivir. Holanda ha sido tradicionalmente el paí­s pionero en abrirse, liberalizar y regular temas que han sido siempre tabú en la cultura occidental. No necesariamente en otras, pero a los occidentales es la única que nos sirve de referencia, porque es en la que estamos inmersos.

Holanda ha sido pionera en temas de drogas, prostitución, homosexualidad, y también de eutanasia. Y de alguna manera otras sociedades occidentales siguen después su camino uno o varios pasos por detrás; y algunas otras sociedades mantienen su rechazo y su defensa de los valores tradicionales y simplemente dicen “Bueno, es Holanda, ya se sabe”. Y las sociedades que estamos más ancladas a los valores tradicionales nos imaginamos que esa revolución en los valores de los holandeses les ha de traer consecuencias nefastas. Algo así­ como que si las drogas son legales, todo el mundo se droga allí­; si el aborto es libre todo el mundo aborta allí­; y si la eutanasia es permitida, todo el mundo allí­ la practica llegado el momento.

Y la realidad es muy distinta. Los í­ndices de drogadicción son mucho más elevados en otros paí­ses que en Holanda. Los í­ndices de aborto en Holanda son muchí­simo más bajos que en El Salvador, por ejemplo, que tiene el dudoso honor de ser uno de los cinco paí­ses del mundo que lo prohí­ben tajantemente en cualquier circunstancia. Y la muerte asistida no es una práctica común; es simplemente una opción. Por no mencionar que cuando estas cosas suceden en Holanda, en muchos casos no es por parte de los holandeses, sino del turismo que recibe asociado a estas libertades que en otros paí­ses no existen o están restringidas.

De alguna manera, Holanda primero, y otros paí­ses después, ya nos han hecho reflexionar un poco sobre el tema de la eutanasia; no a todos, por supuesto; hay muchas personas siempre abiertas al escándalo y siempre cerradas a la reflexión objetiva. Y reflexión objetiva no significa necesariamente adoptar una posición favorable o contraria; simplemente analizar el tema objetivamente y sin condicionantes culturales o dogmáticos. De hecho, suele suceder que cuando se es capaz de hacer esa reflexión objetiva e independiente no es fácil adoptar una posición favorable o contraria clara y sin reservas. La gente que se escandaliza suele ser gente esclava de dogmas y prejuicios.

Ahora nos plantean una vuelta de tuerca más, un nuevo reto a nuestra capacidad reflexiva. No conozco a fondo la propuesta; me imagino que tendrá sus regulaciones, y que no será aplicable a cualquier persona que un mal dí­a se despierte con el ojo izquierdo y sin ganas de vivir; asumo que su aplicación sea exclusiva a personas que cumplan criterios bien analizados. El tema da para una detenida reflexión a la que dedicaré otro espacio. En éste solo lo introduzco para empezar a digerirlo sin prisas.

Pero entonces, ¿Hasta dónde vamos a llegar? Pues no lo sé. Dudo que en algún momento llegue a ser reconocido el derecho al suicidio libre. Supongo que hay una clara frontera entre cuándo la muerte es un deseo larga y serenamente meditado, como respuesta a una situación de sufrimiento terminal, bien sea fí­sico o psí­quico, normalmente en personas mayores; y cuándo es un deseo impulsivo e irreflexivo debido a alguna situación eventual transitoria y reparable. Supongo, solo supongo, que nunca habrá una mayorí­a que no vea esa frontera; pero no sé hasta dónde vamos a llegar. Llegaremos hasta donde los holandeses digan, y no sé si será bueno o no. Lo que es claro es que con escándalo y prejuicios no llegaremos a ninguna parte, y sí­ sé que eso no es bueno.

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Margarita Mendoza Burgos
Margarita Mendoza Burgos
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicólogía Médica, Psiquiatrí­a infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España; colaboradora de ContraPunto
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