El vicepresidente, Oscar Ortiz aseguró este lunes que la segunda fase de las medidas de emergencia contra la criminalidad se enfocarán en fortalecer la seguridad y reingeniería de los centros penales, los cuales “han sido la Cenicienta del país” luego de que por años se dejara de invertir para mejoras.
“El sistema penitenciario del país ha sido la cadena donde menos se invirtió. El proceso que siempre se siguió fue de perseguir al delincuente y condenarlo, se va a la cárcel y problema resuelto, ahí inició un problema para el país porque el sistema se convirtió en un escenario para que las personas siguieran delinquiendo”, explicó Ortiz.
Ante esto, el vicepresidente asegura que como parte de las medidas extraordinarias se está modernizando el sistema, a fin de tener más control, evitar el hacinamiento y el cometimiento de crímenes dentro y fuera de los recintos.
La ola de criminalidad que azotó gravemente al país desde 2015 obligó al Gobierno a desarrollar medidas de emergencia desde el 29 de marzo de 2016, las cuales restringieron visitas y libertad ambulatoria de reos albergados en seis penales y desplegó fuerzas de seguridad en las zonas asediadas por estructuras pandilleriles.
La segunda fase, según el funcionario, busca anular totalmente la posibilidad de que reos se comuniquen con pandilleros en libertad. También buscan reforzar el perfil del agente penitenciario, algunos de ellos ya han sido encarcelados por permitir la introducción de ilícitos en penales y bartolinas.
Agregó que los privados de libertad serán uniformados y que se les será asignado un color específico de sus vestimentas para identificar el grado de peligrosidad que poseen. Además afirmó que se invertirá en alta tecnología que permitirá controlar el ingreso a penales.
“Se va a hacer una profunda reingeniería jamás vista en la historia del país en el sistema penitenciario. En dos o cuatro años la red penitenciaria estará controlada. Estamos actualizando una base de datos con un perfil que nos pueda dar todo el historial de cada reo, incluyendo el árbol familiar”, detalló el vicepresidente.
El funcionario afirmó que en noviembre próximo el Gobierno hará entrega del primer complejo penitenciario estándar del país, el cual está construyéndose en Izalco.
“Ese complejo albergará a los tres tipos de privados de libertad: semi libertad, privados intermedios y a los de máxima peligrosidad, estarán debidamente separados y con un proceso de rehabilitación permanente, ese será el primer modelo de sistema seguro”, acotó.
En El Salvador existen 34. 700 privados de libertad. El hacinamiento carcelario es del 360% y una de las principales causas de un sistema “deforme” que ha prevalecido por años, según fuentes oficiales.