Aislado de la comunidad internacional y con uno de sus principales aliados atravesando momentos críticos (Venezuela), el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, buscará reinstalar el diálogo con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, con el objetivo de poner fin a diez meses de protestas ciudadanas reprimidas, que ha dejado como saldo alrededor de 325 civiles muertos y más de 700 detenidos.
“Yo diría que estamos haciendo esfuerzos para que se pueda instalar esta mesa para la negociación, que se pueda instalar ya el próximo miércoles, ese día 27 (de febrero), que se pueda instalar la mesa. Ya no con la multitud, no, ya no con esa multitud”, dijo Ortega en su anuncio oficial del encuentro.
Por otro lado, el mandatario nicaragí¼ense explicó que la decisión es producto de una negociación con representantes del sector privado empresarial de ese país, quienes le habrían hecho la petición de reinstalar el diálogo para solventar la crisis provocada por las protestas.
En esa reunión también estuvieron presentes el cardenal Leopoldo Brenes y el nuncio apostólico en Nicaragua, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
Sin embargo, a pesar de la presencia de los obispos, todavía se desconoce si el diálogo contará con la presencia de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), dicha entidad participó como mediadora en la primera ronda del diálogo instalada en mayo pasado, la cual duró un mes tras la falta de voluntad de Ortega para parar la represión y aceptar comicios adelantados.