“El odio que sienten algunas personas es muy cruel, recuerdo que mi infancia estuvo llena de burlas y hasta golpes por parte de compañeros; mi familia siempre me defendió y ha estado conmigo en las buenas y malas”, dijo Fernando Ochoa, miembro de la comunidad gay al referirse a los crímenes por odio contra personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) en El Salvador.
La diversidad sexual no es criminalizada en el país, sin embargo, a diario se cometen delitos atroces en contra de dicha comunidad. La mayoría de los crímenes, cometidos con saña, quedan en la impunidad y se cometen más a menudo en diferentes zonas; los victimarios no solo suelen ser pandilleros, sino también personas comunes.
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“La homofobia y odio viene de todos lados, hasta algunos niños suelen ser así. Yo sé que debo andar con cuidado y saber a quién le voy a hablar y a quién no porque es peligroso; me pueden golpear, insultarme y hasta matarme”, expresó Ochoa.
La antipatía u odio hacia los LGTBI ha propiciado un sin número de muertes violentas a pesar de los pronunciamientos de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y asociaciones afines; voces que al parecer no son escuchadas.
De acuerdo a datos recopilados por la Organización Internacional Human Rights Watch, dedicada a la protección de los derechos humanos, desde 1999 al 2016, en El Salvador, han sido asesinadas más de 500 personas LGTBI. No obstante afirman que no existen datos concretos sobre crímenes de odio o violencia motivada en prejuicio de la comunidad.
Foto: Vladimir Chicas/ContraPunto
La psicóloga Norma Martínez explicó a ContraPunto que la mayoría de personas que matan a LGTBI poseen un trastorno de personalidad que los vuelve psicópatas, antisociales y están conscientes del crimen que van a cometer.
“Estamos hablando de personas que tienen problemas de trastornos de personalidad, en este tipo están los psicópatas, estos no se pueden integrar a una sociedad sanamente. A la edad de 16 años este individuo apunta a signos de violencia e intolerancia, así se va formando el carácter y las actitudes”, dijo la especialista.
Además agregó que los asesinos son personas frías que visualizan a la víctima como un objeto en el que pueden liberar el odio que llevan dentro.
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A través de una investigación sobre la situación de dicha comunidad, la directora ejecutiva de la organización que lucha a favor de los derechos de la comunidad LGBTI en El Salvador, COMCAVIS TRANS, Karla Avelar, afirmó que entre enero y mayo de 2016 se cometieron al menos 14 asesinatos de personas LGTBI en diferentes zonas del país.
Avelar dijo que los casos de homicidios, tortura y violación no han sido investigados ni llevados ante la justicia y que la mayoría de estos han sido ejecutados por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), por el Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) y miembros de estructuras pandilleriles.
Ante esto, Fernando afirma, que aunque él nunca ha sido víctima de policías y agentes, tiene amigos que sí han sufrido maltrato por parte de dichas autoridades.
Foto: Vladimir Chicas/ContraPunto
“Tengo un amigo gay que fue brutalmente golpeado por unos policías mientras estaba en una fiesta; lo sacaron y lo empezaron a tocar. Mi amigo les dijo que se detuvieran y los policías lo golpearon a patadas y le dijeron que no querían volver a verlo en la zona”, comentó el joven.
Organizaciones en pro de los derechos de la comunidad LGTBI afirman que toda persona “que se considera dentro del closet” va a hacer lo posible para esconderse de la sociedad, pues los estereotipos son los que dificultan el desarrollo de las personas LGTBI en El Salvador.
Mientras tanto, Fernando afirma que a pesar de todos los obstáculos que debe enfrentar en la vida, se siente orgulloso de la persona que es y agradecido por tener el apoyo de su familia y amigos.