El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), cardenal Rubén Salazar, instó al Gobierno salvadoreño a dialogar con estructuras pandilleriles a fin de que estas cesen la violencia y se acojan a la ley.
“El diálogo con la delincuencia nunca podrá tener las mismas características que el diálogo político, que será siempre un diálogo para lograr que las pandillas se acojan a la ley, que acepten la ley y por lo tanto, aceptando el castigo que merecen por sus crímenes sean capaces a reintegrarse a la sociedad. Es un diálogo totalmente diferente al diálogo político”, dijo el obispo.
Salazar explicó que el tipo de diálogo que tiene que entablar el Gobierno con estas estructuras criminales no es político, sino uno que haga reflexionar a los delincuentes sobre la aplicación de la ley y el castigo por sus delitos, para luego poder reinsertarse a la sociedad.
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“Una cosa es el diálogo con aquellos que tienen intenciones políticas y, por lo tanto, se trata de un diálogo que va a buscar una concertación en el campo político, y otra cosa es el diálogo con la delincuencia”, indicó el obispo.
Entre el 2012 y 2013, durante el Gobierno del expresidente, Mauricio Funes, se entabló una tregua entre pandillas, en la cual el Gobierno negoció concesiones y beneficios carcelarios para los cabecillas de dichas estructuras a cambio de reducir el índice delincuencial, especialmente la incidencia de homicidios.
Desde entonces, la tregua ha sido criticada fuertemente por políticos y analistas, quienes consideran que a partir de dicha negociación las pandillas entraron al escenario político y reafirmaron su poder intimidatorio.
El actual Gobierno ha sido contundente en rechazar cualquier forma de diálogo con las maras, debido a que éstas, son las principales responsables de asesinar a policías, soldados y población civil y el cometimiento de otros delitos.