La violencia, las amenazas a muerte y los reclutamientos forzosos por parte de las pandillas salvadoreñas son unos de los principales factores por los que miles de niños deciden huir hacia Estados Unidos, asegura un medio internacional.
El periódico internacional Los Ángeles Time ha publicado la historia de Mauricio Gómez de 16 años quien fue extorsionado y amenazado de ser asesinado si no pagaba la suma de 400 dólares. Él decidió huir de El Salvador, pero apeló a un programa de administración del expresidente estadounidense, Barack Obama, para intentar reunirse con su familia, y obtener el estatus de refugiado.
Según la publicación, más de 10,000 jóvenes han aplicado al programa, el cual fue diseñado para proteger a los niños del riego migrar y ayudar a detener el flujo de inmigrantes no autorizados.
Pero el único destino no es hacia Estados Unidos, puesto que el auge de la violencia ha impulsado en gran medida las solicitudes de asilo en países vecinos como Costa Rica y México. Según el departamento de Seguridad Nacional alrededor de 17,512 niños Salvadoreños no acompaños fueron detenidos en la frontera Estados Unidos en el año fiscal que terminó en Septiembre pasado. Esto hace un incremento del 87% comparado con el año anterior.
“Niños de tan sólo 9 años son reclutados para pertenecer a pandillas. La extorsión es desenfrenada”, se lee. Y señala que el año pasado, casi 1 de cada 4 personas fueron víctimas de un crimen, según una encuesta realizada por la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), que también encontró que más del 40% de los salvadoreños esperaban salir del país en un año.
En las últimas cuatro décadas la violencia se ha convertido en parte de la vida en El Salvador. La guerra civil que enfrentó a las guerrillas izquierdistas contra el Gobierno derechista respaldado por Estados Unidos, duró 12 años, mató a 75.000 personas y causó la fuga de millones de personas. Un estimado de 2 millones de personas de origen salvadoreño ahora reside en los Estados Unidos, según el Pew Research Center, cerca de 700.000 de ellos ilegalmente.
En El Salvador, solo en 2015, 72 estudiantes fueron asesinados durante según lo consigna un informe de la Oficina de Información y Respuesta (OIR) de la Policía Nacional Civil (PNC), una suma alta al compararla con los 31 que fueron asesinados en 2014.
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