El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció el pasado martes que no renovará el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Nicaragua, y aunque no ha tomado una decisión para Honduras, ha extendido el programa por seis meses más.
Al menos 2 mil 500 nicaragí¼enses perderán la protección del TPS antes del 25 de enero de 2019 y, en turno, perderán el estatus legal otorgado por el programa, el cual les otorgaba permiso temporal de vivir y trabajar legalmente en los Estados Unidos.
Nicaragua se ha convertido en el segundo país a quien se le cancela dicho beneficio, después de que se anunciara el cierre para Haití, algo que afectará la vida de un estimado de 300 mil personas, según informes de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).
El director del programa de WOLA, Geoff Thale dijo que "esta es una decisión inhumana y desafortunada para los nicaragí¼enses que se han creado una vida en los Estados Unidos bajo el TPS. Los destinatarios de TPS son miembros respetuosos de la ley y trabajadores de las comunidades en todo Estados Unidos, y muchos de ellos han llamado hogar a este país durante años”.
Además, agregó que existe la posibilidad de que la administración de Trump provisionalmente pueda expulsar a cientos de miles de personas junto con los nicaragí¼enses, en sus esfuerzos por ser "duros" con la inmigración y expresó que dicho riesgo “es aterrador".
En los últimos informes que el Secretario de Estado Rex Tillerson dijo haber comunicado al DHS se establecía que las condiciones en Centroamérica ya no justificaban la extensión del TPS para las naciones de la región.
El DHS dijo que se necesitaba más tiempo "para obtener y evaluar información suplementaria relacionada con las condiciones del país en Honduras" antes de tomar una decisión.
WOLA advierte que El salvador es uno de los países que se encuentra en la escala más alta de índice de violencia, como es el caso Honduras, debido a la incapacidad de los gobiernos para contener la violencia de las pandillas y el crimen organizado. Por ello dependen de las remesas que los beneficiarios de TPS envían desde los Estados Unidos, asegura la organización.
Thale afirmó que “los hondureños, los haitianos y los salvadoreños tienen una espera tensa por delante. El DHS haría bien en considerar cómo son realmente las condiciones sobre el terreno en estos países antes de terminar TPS.
Según el experto, obligar a los beneficiarios del TPS a regresar a países que luchan con altos niveles de violencia e inseguridad “es erróneo y podría muy bien generar otra ola de migración desde la región".