Miembros del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) marcharon rumbo al Cuartel Central de la Policía Nacional Civil (PNC) en San Salvador, para exigir la renuncia de las autoridades de Seguridad, expresando que son "incapaces" al no poder controlar el alza de homicidios en contra de miembros de los cuerpos de seguridad nacional.
El representante del movimiento, Marvin Reyes, aseveró: "Exigimos que las autoridades establezcan medidas emergentes para frenar los ataques contra los policías, militares y custodios de centros penales y sus familias, también pedimos la renuncia del ministro de Justicia, Mauricio Landaverde y del director de la Policía Howard Cotto por incapaces, incompetentes e inútiles".
Alegando que el impuesto especial para la seguridad, que grava todos los servicios de telecomunicaciones con un 5% y a las ganancias empresariales superiores a $500 mil dólares, sea "verdaderamente" destinado a las tareas de seguridad, y que se entregue a los agentes, quienes además piden mejoras salariales.
El ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, ha señalado en varias ocasiones que con los ataques a miembros de cuerpos de seguridad las pandillas buscan presionar al gobierno para obtener beneficios carcelarios similares a los dados durante la tregua entre pandillas entre los años 2012 y 2014, con el apoyo del Ejecutivo.
Actualmente las principales calles de la capital son patrulladas por más de 23 mil policías y más de 13 mil soldados que colaboran en operativos contra las pandillas.
Estado atribuye que la mayoría de los crimines son perpetrados por la fuerte ola de pandillas que azota al país la Mara Salvatrucha (MS-13), Barrio 18 y otras minoritarias, que poseen más de 600 células en todo el país, a las cuales el gobierno atribuye la mayoría de los crímenes.
Según datos de la PNC se registró más de 3 mil homicidios, 1.333 menos que los 4.338 computados en el mismo lapso del 2016, durante el periodo del 1 de enero y el 11 de octubre del año en curso.