Un grupo de organizaciones que defienden los derechos de los migrantes en México ha denunciado que el Instituto Nacional de Migración, (INAMI), les está impidiendo el acceso a sus centros de detención.
Estas organizaciones gozan de permisos permanentes de acceso y un calendario de visitas acordado con la propia institución. Las organizaciones señalan que el problema afecta principalmente a la frontera sur, a los dos centros de detención de Tuxtla, el de Tapachula y el de Comitán, en Chiapas y a los de Tenosique y Villahermosa, en Tabasco. Organizaciones que trabajan en Ciudad de México denuncian que en el centro de la capital existe una situación parecida.
La restricción coincide con la llegada de una caravana migrante a la frontera mexicana el pasado fin de semana, aunque en algunos casos viene de antes. Los grupos de la caravana llegaron a los límites de Guatemala con Tabasco y Chiapas el sábado.
Desde entonces, la situación en algunos puntos fronterizos ha sido caótica. La intención de los migrantes, más de 3,000, era atravesar México y seguir su viaje a Estados Unidos, pero el Gobierno mexicano se negó. “No daremos salvoconductos”, dijo la semana pasada la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Buena parte de la caravana optó entonces por entregarse a las autoridades migratorias, algunos pidieron asilo, otros trabajo y a otros los deportaron.
Muchos permanecen o han pasado por los centros de detención del (INAMI), siempre en el punto de mira por las condiciones de alojamiento de los migrantes. Algunos han intentado cruzar a la fuerza y seguir su viaje a Estados Unidos, pero la Guardia Nacional les ha cerrado el paso, a veces a pedradas y patadas.
Para las organizaciones que trabajan en la frontera sur de México han sido días frenéticos. A la dificultad de monitorear los diferentes grupos que trataban de acceder a México por diferentes pasos fronterizos se suman ahora las trabas para acceder a las estaciones migratorias.
Cada año, asociaciones civiles como Asylum Access tramitan un permiso ante el (INAMI) para acceder a las estaciones migratorias y ofrecer ayuda o asesoría a migrantes. El permiso establece unos días y un horario de visita determinados para una o varias estaciones migratorias. El permiso no depende de la opinión del encargado del centro, o la voluntad del delegado regional del instituto.
Esta situación no se reduce al sur. También en Ciudad de México, el (INAMI) está poniendo trabas a las organizaciones para acceder al centro de detención migratorio, ubicado en Iztapalapa. Gerardo Talavera, del Programa Casa Refugiados, explica que a ellos directamente no les han dado permiso para entrar "por saturación", porque según el instituto, ya hay demasiadas oenegés.