Anunciado por Moreno en Twitter, el decreto afecta a 16 de las 24 provincias del país y obedece al impacto del covid «en niños, niñas y adolescentes» que "han requerido atención médica de cuidados intensivos, así como la presencia de nuevas variantes del virus», hechos que constituyen «una calamidad pública".
La medida implica la suspensión de los derechos a la libertad de tránsito, asociación y reunión así como de inviolabilidad de domicilio "para evitar reuniones y aglomeraciones que provocan un contagio acelerado".
La Policía y las Fuerzas Armadas vigilarán el cumplimiento de las restricciones, según el documento.
Asimismo, incluye un toque de queda nocturno de nueve horas de lunes a jueves, en tanto desde las 20H00 horas del viernes hasta las 05H00 de lunes regirá una prohibición total de la circulación de vehículos y personas. La venta de alcohol está prohibida durante el toque de queda.
Solamente podrán transitar trabajadores de los sectores estratégicos y exportador, salud, venta de alimentos y medicinas, servicios básicos, medios de comunicación y servicio diplomático.
Además, se impone de manera obligatoria el teletrabajo tanto en el sector público como el privado y las clases presenciales continúan suspendidas en todo el país.
Durante los 28 días que durará el estado de excepción el plan de vacunación no será suspendido y quienes tienen turno para ser inmunizados podrán circular.
Ecuador ha vacunado a 179.292 personas con las dos dosis, mientras que otras 421.937 han recibido la primera, según datos oficiales con corte al martes último.
Ecuador, con 17,5 millones de habitantes, reporta cerca de 363,000 casos de covid-19 y más de 17.800 muertos, entre confirmados y probables.
El ministro de Salud, Camilo Salinas, señaló que unas 200 personas en todo el país esperan por una cama de hospital para recibir tratamiento anticovid y recordó que la variante brasileña circula en el país.
El presidente del Comité de Operaciones de Emergencia nacional (COE), Juna Zapata, había recomendado más temprano al mandatario adoptar medidas «focalizadas» en las provincias donde se registran la mayor cantidad de casos de covid-19.
El año pasado Moreno aplicó la excepción entre marzo y septiembre, con toques de queda de hasta 14 horas diarias para intentar contener la propagación del virus.