miércoles, 14 mayo 2025

Legado de Roque Dalton es depositado en la Caja de las Letras de Madrid, España

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Objetos personales de Roque Dalton, copia de su libreta de teléfonos en Cuba, entre otros, son parte del legado “in memoriam” recibido en la Caja de las Letras.

Transcripción del acto de entrega del legado, en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en Madrid, España:

Luis García Montero, director del Instituto Cervantes:

Es un orgullo para el Instituto Cervantes recibir hoy el legado del poeta Roque Dalton y de conservarlo en la caja 1,148 de nuestra Caja de las Letras. Estos actos son muy modestos, pero nos llenan de sentido nuestro trabajo, porque aquí afirmamos que la verdadera riqueza de un idioma, de una comunidad, es su cultura, lo que cabe en las palabras en el entendimiento de los seres humanos que forman parte de una comunidad y, al mismo tiempo, afirmamos que la mejor herencia, cuando es recogida, se convierte en un compromiso de futuro. No hay mejor compromiso de futuro que saber elegir las herencias del pasado, y por eso es muy importante para nosotros recibir hoy y damos las gracias al legado de Roque Dalton.

Julio Cortázar escribió: “Roque es para mí un ejemplo muy poco frecuente de un hombre en quien, la capacidad literaria, la capacidad poética, se dan desde muy joven mezcladas o conjuntamente con un profundo sentimiento de connaturalidad con su propio pueblo, con su historia y con su destino”. De manera que es un acto también de hermandad con El Salvador, con Centroamérica.

Nacido en 1935, Roque Dalton fue un poeta salvadoreño, pero formado en la poesía centroamericana y en la poesía latinoamericana, por ejemplo, en la tradición de autores amados por él como César Vallejo y Pablo Neruda. Y esto puede comprobarse en su libro primero “La ventana en el rostro”, en el año 1961. Su indagación lo llevó hacia la ironía, el humor, el verso libre, las posibilidades del prosaísmo. Eduardo Galeano dijo que Dalton hacía reír hasta las piedras y Mario Benedetti, en el prólogo escrito para su antología poética, matizó que no se trataba solo del uso del humor en la poesía, sino de descubrir la potencia de un humor poético a la hora de observar y comprender la realidad. Pensemos en libros como “Taberna y otros lugares” o “Amor me cae más mal que la primavera”, que recogió poemas escritos entre 1969 y 1973.

También, debe señalarse su indagación en la radicalidad del compromiso político y del compromiso humano en libros como: “Las historias prohibidas de pulgarcito”, publicado en 1974. Fue Gabriela Mistral quien bautizó a El Salvador como pulgarcito de América, por su extensión pequeña y por su número de habitantes. Mario Benedetti señaló la identificación del poeta con un país que vivía, dijo, y sufría íntimamente, como una injusticia consolidada las realidades de su pueblo, y esas realidades se mezclaron en profundidad con sus versos.

“Patria dispersa, caes como una pastillita de veneno en mis horas”, escribió Roque Dalton. Su compromiso político hizo que su biografía se llenase de viajes políticos y de exilios; viajes por la Unión Soviética, por Checoslovaquia, por México o por Cuba, una segunda residencia.

Siempre estuvo ligado a su vocación literaria en la poesía, pero también en ensayos como el que dedicó a César Vallejo en 1963, o como en la apuesta narrativa que supuso la novela “Pobrecito poeta que yo era”. Incluso cuando entró en la clandestinidad en El Salvador para incorporarse a la guerrilla, Roque Dalton siguió preocupado por la literatura y el sentido de su obra como demostró Horacio Castellanos Moya en su libro “Roque Dalton correspondencia clandestina”, en el que muestra las cartas que escribió en sus últimos días. Y escribió, por ejemplo, sus poemas clandestinos.

Su papel dentro del Ejército Revolucionario del Pueblo tuvo también una razón poética, que es una razón humana. Acusado de forma muy sucia de pertenecer a la CIA y de ser antirevolucionario, las luchas internas desatadas por los más mediocres, aparte de hacer naufragar los movimientos de libertad política más decente, pues desembocaron en su asesinato en 1974. Y pese a los esfuerzos de algunos líderes por justificar aquella decisión malsana, aquella ejecución ha quedado demostrado en la historia el carácter digno de Roque Dalton como un ejemplo de verdad humana y poética y su asesinato como un ejemplo de injusticia, falsedad política y mezquindad.

Sus responsables ensucian la memoria de la lucha por la justicia social y la dignidad humana. Claribel Alegría, otra gran poeta, definió así la personalidad de Roque Dalton. Su ética y su estética personales, forjadas en la incandescente realidad del Salvador, produjeron a un ser humano cuya poesía y vida personal eran una sola cosa.

Tenía el gran don del sentido del humor, se burlaba de todo, empezando por sí mismo, y eso lo salvó de la mojigatería que suelen acompañar a los fervores revolucionarios. Y Julio Cortazar aceptó, creo, al matizar y al recordarnos que había que darse cuenta de la fuerza, la seriedad y la eficacia, que se escondían detrás de ese muchacho con sentido del humor. Esa seriedad humana es la que mantiene viva su poesía, la que nos mantiene vivo a su autor desde su primer libro “La ventana en el rostro”, hasta los últimos poemas clandestinos. 

Por ello, es un honor para el Instituto Cervantes recibir hoy su legado, y a veces pedir perdón es la mejor forma de dar las gracias. Nosotros le pedimos perdón a la poesía con las palabras de Roque Dalton: “Poesía, perdóname por haberte ayudado a comprender que no estás hecha solo de palabras”. Y nuestro trabajo se dedica a eso, a reconocer todos los valores humanos, democráticos, que se esconden en las palabras que utiliza la comunidad que habla, se entiende, recuerda e imagina en español.

Así que es un orgullo poder recibir en nuestra caja 1,148 el legado de Roque Dalton. Y quiero darle las gracias a su hijo, Jorge, por hacer lo posible y a la embajadora de España en El Salvador, Sonia Álvarez Cibanal, por acompañarnos en esta ocasión que llena de sentido nuestro trabajo.

Sonia Álvarez Cibanal, embajadora de España en El Salvador:

Es un orgullo poder estar aquí en este acto de depósito del legado del gran poeta salvadoreño Roque Dalton. Para mí esta actividad tiene su origen en el último trimestre del 2024, cuando nos planteamos la posibilidad de acercar el Instituto Cervantes a El Salvador. Queríamos hacer valer la relevancia que tienen las relaciones culturales bilaterales entre ambos países, la gran importancia y la fuerza que tiene el idioma español que nos une y nos afianza tanto a España con El Salvador y El Salvador con España, y también, sobre todo, hacer valer la importancia de los autores y artistas salvadoreños, que muchas veces son conocidos en Centroamérica, en sus respectivos países, pero no tanto fuera del ámbito centroamericano.

Y para ello qué mejor que este acto en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes de Madrid, y con un gran poeta, que si no me equivoco, es la primera vez que un poeta salvadoreño entra en la Caja de las Letras, y más aún como Roque Dalton.

Pero para llegar al día de hoy, debo decir que ha habido una serie de pasos previos y que me gustaría mencionar. Primero, la propuesta que surge en una lluvia de ideas. Tengo que agradecer al director del Centro Cultural que nos acompaña, a Álvaro Ortega, director del Centro Cultural de España en El Salvador, que me hace ver que Roque Dalton tiene dos fechas importantes: 50 años de su fallecimiento-asesinato y 90 años desde su nacimiento. Esa era una razón más que importante para proponer cuanto antes a la figura del poeta Roque Dalton a la Caja de las Letras.

Pero, a su vez, debo de agradecer la respuesta que nos dio el director del Instituto Cervantes, el señor Luis García Montero, que inmediatamente y de una manera, digamos, sin dilación, nos dijo “Sí, adelante” convencido, y además llevó la iniciativa, y eso ha hecho que estemos aquí el 14 de mayo.

Y por último, no puedo dejar de mencionar a la familia de Roque Dalton. Tuvimos un almuerzo en febrero de este año, para hacerle ver y para decirle la iniciativa que había tenido el Instituto Cervantes o cómo había cogido nuestra propuesta y (si les) gustaría que se depositase aquí el legado de su obra. Y debo decir que aquel almuerzo, donde estaba tanto su hijo don Jorge, pero también su hermano don Juan, y su madre viuda doña Aída, me hicieron ver que estábamos hablando más allá de poesía —poesía es muy importante como bien ha señalado el director—, pero también nos hizo ver la importancia de la historia, y de la memoria. Y nos hicieron ver que muchas veces el mito sobrepasa la persona, el ser humano, y Roque Dalton era padre, era marido y se vio en un contexto geopolítico muy difícil, muy complicado y, en cierto modo, arrastró a su familia en ese contexto.

Pero, pese a todo ello, la poesía brilló por encima de todos las vicisitudes y avatares que tuvieron que vivir en aquellos años. Yo creo que no debemos de olvidar muchas veces el ser humano que incluía o conllevaba Roque Dalton, y que en cierto modo el legado que ha propuesto la familia responde a ese doble planteamiento, un planteamiento como ser humano y como poeta que está por encima de todo.

Me queda mencionar la labor que estamos haciendo en El Salvador. El Centro Cultural de España en El Salvador, desde mayo del 2019, promovió un festival de poesía en honor a Roque Dalton. Este festival de poesía se promueve en mayo del 2019. Mayo no es una fecha casual, el 14 de mayo que estamos aquí tampoco. El día 14 de mayo es el día de la Fiesta Nacional de la Poesía en El Salvador. El 19 de mayo promoveremos este Festival, festival que ha ido con las vicisitudes —pandemia incluida—, sobreviviendo, y que ha ido cada vez ganando mayor vigor donde forman y participan muchísimos actores pero, sobre todo, muchísimos poetas salvadoreños. Este festival se inaugura dentro de dos semanas. 

Del mismo modo que estamos aquí en este acto, la semana que viene (se desarrollará) “Centroamérica Cuenta” (en) Guatemala. Va a tener un espacio para la figura de Roque Dalton. Y la semana siguiente tendremos el festival en El Salvador y una exposición que se va a inaugurar el 29 de mayo, en colaboración con la Universidad José Simeón Cañas.

Todo ello, en cierto modo, no deja de ser un agradecimiento a la familia de Roque Dalton, por hacer valer, y por mantener la memoria del gran poeta que fue, lo que significó y supuso en un contexto, como digo, muy complejo. Muchas gracias a todos. Muchísimas gracias a don Jorge, que yo sé que ha llevado la batuta en estos meses.

Jorge Dalton, hijo de Roque Dalton:

Estoy sumamente agradecido, en nombre de mi familia, (con el) Instituto Cervantes (con) esta grandiosa Caja de las Letras, a la señora embajadora Sonia Álvarez Cibanal, y a mis amigos del Centro Cultural de España que, como dijo anteriormente la embajadora, hacen una gran labor por la promoción de la cultura salvadoreña. Y siempre antes, desde su llegada, han tenido el nombre de mi padre como algo importante para su labor que realizan en El Salvador.

Hoy es un día alegre para mi familia. También es un acto de justicia para con mi padre, el que mi padre pueda estar aquí en esta Caja de las Letras, con la posibilidad que también el fantasma travieso de mi padre pueda salir y leer, y poder comunicarse con la cantidad de cosas que hay aquí, que hay que leer.

De tanta gente que me acompaña aquí, yo estaba un poco nervioso al principio, pero veo que me siento tan acompañado de tanta gente que conocí a través de mi padre, y de tantos fondos musicales como es la guitarra de Manuel de Falla, que estuvo siempre presente en nuestra casa.

Me siento sumamente acompañado y agradecido (con) el director del Instituto Cervantes. Esto, como dije, es un acto de justicia, es la posibilidad de que mi padre siga vivo en el tiempo, en estas cajas del tiempo, y que pueda haber un mayor conocimiento, no solamente de su figura política que es lo que más se conoce, sino de lo de lo trascendental que era su poesía, a pesar de que él mismo se auto proclamaba “pobrecito poeta que era yo”.

No puedo dejar de mencionar que es un día alegre para Cuba, porque yo, el que está hablando acá, soy salvadoreño, pero también soy cubano, y mi padre escribió en Cuba. Fui testigo de que mi padre escribió las obras más trascendentales, y entonces no es justo no dejar de mencionar que también es un día alegre para Cuba, para los cubanos que veneraron la obra de mi padre.

No me queda más que estar sumamente agradecido de que mi padre sea parte de esta gran familia de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. Muchas gracias.

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Redacción ContraPunto
Redacción ContraPunto
Nota de la Redacción de Diario Digital ContraPunto

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