La ausencia de mi noble compañero de cuatro patas, me tiene triste, desolada y deprimida; algunas veces necesitamos valor para develar nuestros sentimientos, personalmente creo que es una forma maravillosa de comprobar nuestra humanidad y en este caso lo que siento al perder a Chester es un profundo dolor e impotencia para recuperar a mi querido perro.
Tenía doce años de tenerlo, si es cierta la especulación de siete años caninos por un año humano, mi perrito era de tercera edad como su dueña, era mi fiel acompañante, tranquilo algunas veces juguetón otras, le gustaba que le sobara la cabeza y su pancita, cuando yo leí él se echaba a los pies, estaba acostumbrado a oír música suave generalmente clásica, era amigable con las personas sobre todo con los y las niñas que lo tocaban y el mansamente se dejaba.
Chester que así se llama y hablo en presente por que no sé dónde se encuentra, deseo con toda mi racionalidad y mi sensibilidad que la o las personas que lo tienen lo traten bien o me lo regresen, los recompensare.
Han pasado varios días de su perdida, pero se me hace imposible no tener esperanzas de recupéralo, sueño con que en cualquier momento estará agazapado en mi puerta esperando que la habrá para entrar y saltar de alegría como era su costumbre cuando teníamos ratos de no veros o yo regresaba de alguna salida un tanto prolongada y quedaba al cuidado de familiares.
Siempre pensé que el amor entre Chester y yo era reciproco, sus demostraciones eran elocuentes y entre ambos, había una inexplicable conexión psíquica que de alguna forma a ambas entidades nos proporcionaba una seguridad, gratificante y cariñosa
Chester como a la mayoría de perritos los sonidos los escuchan mucho más fuertes que los decibeles que escuchamos los humanos, por eso si algo lo ponía nervioso, asustado e inquieto eran lo cohetes, los ruidos fuertes o los estallidos, fuera de eso Chester es sumamente tranquilo, amigable tiene un ladrido elegante y una hermosura perruna que le da su color amarillento, su porte y su carita alargada.
Por favor si lo tienen trátenlo bien, es un pero adulto que requiere cuidados y cariño.
Chester, realmente me haces mucha falta en cada momento y en cada espacio de la casa te recuerdo y creo que fue un descuido imperdonable tu salida de la casa y posterior perdida.