lunes, 13 mayo 2024

La otra conquista: mexicas-cachiquel sobre pipiles y lencas

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En afán de forzar la identidad nacional un error se instaló durante los regímenes militares: creer que en nuestro territorio había un señorío o reino llamado Cuzcatlan. Al analizar el Lienzo de Tlaxcala; Cushcatan o Cozcatlan era uno más de los poblados que a su paso a sangre y fuego sometieron los Alvarado en su ruta por expandir el reino de su majestad Carlos V. Si no existió una región organizada políticamente tampoco la existencia de un cacique o rey indígena llamado Atlacatl es menos cierta. Ahora bien, cierto es (como lo cuenta él mismo en una carta a Hernán Cortés), que un lancero indígena dejó cojo a Pedro de Alvarado en la batalla de Acaxual (Acajutla) pero que el nombre de ese indígena fuera Atonal es falso. La ruta pictográfica hecha por los mexicanos que acompañaron a españoles a su llegada al actual El Salvador empieza en Acatepeque (Ahuachapán) y termina en Ilopango (San Salvador) a unos pocos kilómetros de Ciudad Vieja, Suchitoto lugar del primer asentamiento español en El Salvador.

Muy poco se habla sobre la otra conquista. La llevada a cabo por los tlaxcaltecas sobre los nahua-pipiles y lencas que como interpretes de los conquistadores terminaron definiendo nombres y lugares bajo sus lenguas ya que considerando el idioma de los mexicas (náhuatl) mas evolucionado y moderno terminarían sustituyendo al nahuat local. Los tlaxcaltecas darían origen a las poblaciones llamadas de mejicanos tanto en San Salvador con el actual municipio de Mejicanos, San Miguel que luego sería el cantón Mexicapa en Usulután y en  Sonsonate que devino en barrio. Los tlaxcaltecas en su calidad de auxiliares de los conquistadores no solo nos dejaron la ruta que siguieron los Alvarados sino además el etnocidio llevado a cabo y seguido por los españoles desde su entrada desde Guatemala hacia el actual Ahuachapán salvadoreño muy cerca de la Hachadura (explicando porque hasta día de ahora allí hay un paso fronterizo) en la conquista de los poblados originarios que ahora llamamos El Salvador. El Lienzo nos ilustra la batalla de Acaxual, actual Acajutla donde Pedro de Alvarado es herido mortalmente por una lanza o flecha que le sujeta su rodilla a la montura de su caballo dejándolo lisiado para toda su vida obligándole a regresar a Guatemala dejando en sus hermanos continuar la expedición. Este evento cierto ya había sido inmortalizado por Mejía Vides en el mural que se encuentra en el MUNA.

Si bien es cierto que el descubrimiento del actual El Salvador fue hacia el 31 de mayo de 1522 por Andrés Niño cuando llegó a una bahía que llamó de Fonseca, en honor del presidente del Consejo Real de Indias don Juan Rodríguez de Fonseca obispo de Palencia y bautizó la isla mayor de esa bahía como Petronila (hoy Meanguera) en honor de la sobrina del mismo Fonseca no sería hasta la incursión de junio en 1524 cuando los hermanos Pedro (al comienzo), Jorge, Gonzalo y Gómez (finalmente), los Alvarados acuerpados por 100 hombres de a caballo; 150 peones y, entre 5 y 6 mil indígenas de origen mexicano y guatemalteco fundarían la villa de San Salvador. La conquista de lo que ahora llamamos El Salvador no solo fue cultural y política sino además bio-genética y esa labor estuvo a cargo de los indígenas que acompañaron a los españoles. Ese primer mestizaje de nahua-pipiles, lencas (que incluyen Honduras y parte de Nicaragua) con mexicanos y guatemaltecos así como del segundo mestizaje con esclavos africanos traídos en la época colonial surge el 85% de la población salvadoreña actual.

Corolario:

El Lienzo de Tlaxcala se hizo por solicitud del Consejo de Indias de enviar información a Madrid sobre las colonias por medios histórico-geográficos. El Salvador se incluyó en dos, la primera es la carta de relación de 1576 por Diego García de Palacio y la otra entre 1579-1583 hecha por Diego Muñoz Camargo, encargada por el alcalde mayor de Tlaxcala, Alonso de Nava.

El códice iconográfico o Lienzo de Tlaxcala acompañó la obra: Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala de la Nueva España e Indias del Mar Océano, para el buen gobierno y ennoblecimiento de ellas y, formó parte de la Real Librería de Felipe II en el siglo 18. Se puede deducir, debido a su inexplicable aparición en poder del médico escocés William Hunter (1718-1783) que este Lienzo fue robado por piratas ingleses durante su traslado de México a España. El doctor Hunter al morir los heredó a la Universidad de Glasgow y forman parte de la colección Hunter de la biblioteca universitaria. Llamado también manuscrito de Glasgow, fue publicada por vez primera en 1892 por Alfredo Chavero e incluyó 156 estampas aunque en el tradicional son 80. De esas imágenes 44 corresponden a la conquista de Guatemala, El Salvador (13 en particular) y Nicaragua y fue hecha con la intención de dejar un registro de la aportación guerrera tlaxcalteca a la conquista de Alvarado. En El Salvador no supimos sobre el Lienzo sino hasta 1981 que se publica por la UNAM un estudio de René Acuña titulado: Descripción de la Ciudad y Provincia de Tlaxcala y fue a propuesta del gobernador del Estado de Tlaxcala, José Álvarez Lima en 1996 durante su visita a San Salvador que sugirió a Pedro Escalante Arce, historiador salvadoreño, la brillante idea de rescatar los nexos históricos de identidad común entre México y nuestro país que se edita para 2001 el importante libro de la biblioteca básica de historia salvadoreña: Los Tlaxcaltecas en Centro América que ofrece en mejor detalle lo que este articulo resume.

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Marvin Aguilar
Marvin Aguilar
Analista político, historiador, colaborador y columnista de ContraPunto
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