El exfiscal peruano y exoficial de Derechos Humanos a la Misión de Paz de la ONU para El Salvador (ONUSAL) en 1992, José Ugaz, dijo en una entrevista de La Prensa Gráfica que el problema de la corrupción en El Salvador no es individual o de funcionarios aislados, sino “de sistemas operativos en los que hay redes de funcionarios públicos, crimen organizado, élites de negocios que están comprometidos en saquear al Estado”.
Ugaz, que visita el país para participar en la Plataforma de Diálogo Anticorrupción debido a su rol como procurador a cargo de la investigación contra el expresidente Alberto Fujimori en Perú, explicó que la corrupción en El Salvador y la mayor parte de América Latina no cambiará con la llegada de una “buena persona” al poder si antes no se desbaratan los mecanismos de corrupción enraizados en las instituciones públicas.
“Esta es una situación sistémica y no va a cambiar porque llegue una buena persona al poder, esto va a cambiar en la medida que las estructuras sean reformadas y se desbaraten los sistemas operativos en las que redes criminales junto a funcionarios y élites empresariales negativas deciden saquear al Estado”, explicó.
Para el jurista, la única manera de erradicar la corrupción es poner en marcha un proceso que termine con la impunidad, que fortalezca la institucionalidad y que genere cambios verdaderos a nivel judicial. Sin embargo, dijo que la responsabilidad no recae únicamente sobre el Órgano Judicial.
“La estructura [de corrupción] no va a cambiar desde el Poder Judicial. Este quizá sea el eslabón que empiece a ser la diferencia investigando y sancionando, pero luego se requiere de una reforma que una a otros eslabones en la lucha”, explicó.
Ugaz afirmó que la judicialización de los expresidentes Francisco Flores, Antonio Saca y Mauricio Funes es un comienzo para lograr un cambio sustancial contra la corrupción. Sin embargo, dijo estos son “la punta del iceberg que debajo tiene aún muchísima corrupción a la que hay que enfrentar y hacerlo a la mayor velocidad tratando de evitar que se detenga”, concluyó.
Flores, que gobernó al país entre 1999 y 2004, falleció en medio de un juicio de corrupción; Saca, quien gobernó entre 2004 y 2009, guarda prisión preventiva acusado de desviar millonarios fondos públicos a cuentas privadas; mientras que Funes, es asilado político en Nicaragua desde el año pasado, y sobre él pesan señalamientos de enriquecimiento ilícito y otros delitos.