Los humanos son máquinas biológicas de supervivencia, buscan acaparar no sólo territorios, recursos y los modos de sentimientos, emociones, pensamientos y conductas de otras personas, sino también, información o conocimiento. (los datos, ideas, valores o teorías filosóficas y científicas etc.)
Los humanos también tienen una profunda necesidad de reconocimiento, una necesidad de alto status, una necesidad de sentirse mejores o superiores a otros humanos. Una de las maneras de lograr alto estatus o de sentirse mejores o superiores a otros humanos, es presentarse como una persona poseedora de gran saber.
Los humanos necesitan conocer su entorno para poder satisfacer sus necesidades físicas y psicológicas. Esta necesidad llevó a que poco a poco las sociedades fueran creando formas de conocimientos más complejos, surgiendo así, las primeras teorías acerca de la realidad natural y social, conocimiento mezclado con ideas mágicas o religiosas. Desde sus inicios, la escritura jugó y sigue jugando un papel fundamental en la preservación y transmisión del conocimiento complejo.
Raymon Arond sostenía que todas las sociedades han tenido sus propios expertos, artistas y escribas. En otras palabras, todas las sociedades han tenido sus propios creadores, divulgadores y aplicadores de conocimiento teórico y sistematizado, a los que podemos llamar “intelectuales “.
Las diferentes sociedades a través de la historia, han tenido sus propias formas de acreditar a los que supuestamente poseen un gran saber. Los acreditados como poseedores de un gran saber, están psicológicamente motivados a acaparar el conocimiento que tanto prestigio les otorga.
El conocimiento es un recurso valioso susceptible de ser acaparado o de sufrir intentos de ser acaparado. Los intelectuales han creado desde tiempos antiguos, mecanismos para limitar el acceso al conocimiento de aquellos a quienes consideran “ignorantes “. Entre esos mecanismos están: La imposición de canales únicos de acceso al conocimiento y la negación de otros saberes diferentes al saber que producen y controlan los intelectuales acreditados.
Los intelectuales son seres humanos, y como cualquier ser humano, están deseosos de prestigio y de alto status, y la manera de conseguirlo es acaparar el conocimiento.
La invención de la imprenta significó mayor acceso al conocimiento, dándole un fuerte golpe al monopolio del saber que tenían intelectuales de la época.
El surgimiento de Internet está poniendo en peligro el monopolio del control del saber que tienen los intelectuales de esta época. Yuval Noah Harari se refiere al Internet como una especie de oráculo. En él se encuentra toda clase de información, desde información irrelevante y engañosa hasta información filosófica, técnica y científica.
Internet permite que mayor número de personas tengan acceso a conocimiento, lo interpreten y lo divulguen, y produzcan más conocimiento, todo sin necesidad de haber ido a la academia o sin autorización de la academia. Talentos científicos, artísticos, entre otros, tienen visibilidad gracias a Internet.
No sería extraño que un gobierno que promueva la alternativa de Internet como una forma de obtener, producir y visibilizar conocimiento sin necesidad de ir a la academia, sea acusado de ser “Antiintelectual “, porque la casta académica vería amenazado su control sobre el saber.
Recordemos que, los miembros de la casta académica, tratando de mantener su prestigio o alto status, tratarán de nulificar otras formas de acceso al conocimiento.
Internet es una revolución tecnológica que ha permitido una mayor circulación de información nunca antes vista en la historia de la humanidad. Es necesario aprovecharla para promover una revolución intelectual que nos lleve hacia un mayor progreso.