En la montaña Cerro Blanco en Guatemala la maquinaria de la empresa minera Entremares S. A., subsidiaria de Goldcorp Inc., construye túneles subterráneos en búsqueda de oro y plata, destruyendo a su paso los bosques y contaminando los afluentes de agua del municipio de Asunción Mita, denunció Julio González, activista ecológico del Colectivo Madre Selva de dicho país.
“La mejor prueba es que en 18 años no han logrado sacar ni un gramo de oro de esta mina. Eso nos habla de un proyecto fracasado, un proyecto que solo fue movido por la ambición de un grupo empresarial pero que pone en alto riesgo la salud de los habitantes de Asunción Mita y amenaza con contaminar el río Ostúa que llega al lago Guija que desemboca en la cuenca alta en el río Lempa, que abastece a más de 4 millones de salvadoreños”, aseguró el activista.
Piscinas de enfriamiento de aguas termales que desarrolla la mina Entremares de Guatemala S.A. el agua termal que es enfriada para poderla utilizar y lavar el material extraído del subsuelo, esa agua es vertida al Ostúa.
Los pobladores de Asunción Mita, Jutiapa, en Guatemala, están preocupados por la reactivación de la minería que está explotando las montañas en el Cerro Blanco y que contaminará las fuentes de agua entre El Salvador y Guatemala, manifestó Carlos Centes, poblador de Asunción Mita.
“Estamos frente al río Ostúa que será el primer dañado por la minería que se produce en el Cerro Blanco. El impacto de la contaminación que provocará, el problema es que este río desemboca a la Laguna de Guija y la laguna tiene conexión con el río Lempa (en El Salvador). Ha venido una nueva compañía que busca extraer oro y nosotros como humanos nos vamos a ver afectados”, explicó Centes.
Se observa un banco de exploración de minerales archivados en cajas bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Ante esta amenaza, organizaciones ambientalistas y sociales de ambos países han establecido un esfuerzo para impedir la activación de la explotación minera en Cerro Blanco, expuso Pedro Cabezas, miembro de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES) y facilitador de la Alianza Centroamericana frente a la Minería (ACAFREMIN).
“Uno de los temas eminentes es la mina Cerro Blanco debido a la compra efectuada por la empresa Bluestore Resources, es una mina programada a ser explotada a finales del año 2018. Dicha mina está asentada en la frontera entre Guatemala y El Salvador, el segundo país resultaría el más perjudicado por los impactos ambientales. Por lo tanto, hemos iniciado un proceso de diálogo con organizaciones de la sociedad civil guatemalteca para desarrollar estrategias para detener el proyecto minero y prevenir la contaminación entre ambos países”, declaró Cabezas.
Los activistas y ecologistas de El Salvador y Guatemala aseguran estar alertas ante la amenaza de la explotación minera transfronteriza y aseguraron unificar fuerzas para enfrentar a esta industria extractiva contaminante.