Desde 2014, muchas empresas de tecnología se han comprometido a hacer de la diversidad una prioridad, y varias de ellas publican informes anuales que desglosan su fuerza de trabajo por raza y género.
Pero el activista de los derechos civiles Jesse Jackson, quien anteriormente calificó el empuje por la diversidad en la tecnología como "el siguiente paso en el movimiento por los derechos civiles", cree que las empresas pueden y deberían estar haciendo más. "Es hora de hacer un balance de lo que se ha hecho; qué ha funcionado y qué no", escribió Jackson en una carta obtenida por USA Today. "Las empresas deben establecer objetivos específicos, cuantificables de diversidad e inclusión, objetivos y cronogramas.
Sin ellos, la capacidad de medir y ser responsable del progreso será difícil". La carta, que estaba dirigida a Facebook, Amazon, Google, Apple y otras compañías tecnológicas, fue firmada por grupos enfocados en hacer que la tecnología sea incluyente, como el Centro Kapor. Cuando Jackson y la compañía hablan de ofrecer métricas más claras, se están refiriendo a algo que recientemente señalé en el informe de diversidad de Twitter.
Muchas compañías tecnológicas publican porcentajes sin dar cifras reales sobre, digamos, cuántas minorías sub-representadas han sido contratadas o promovidas a posiciones de liderazgo en un año determinado. El desglose por raza de Twitter, por ejemplo, contabilizó a los empleados que se habían negado a informar su origen étnico o raza como minorías sub-representadas.
Y de acuerdo con un ex empleado, en un momento Google clasificó a los diseñadores como ingenieros, según los informes para aumentar sus números de diversidad para los roles de tecnología. Una forma de abordar algunas de estas discrepancias sería, como lo sugiere la carta, publicar los formularios EEO-1, los informes demográficos anuales que las empresas presentan al gobierno federal. La carta también exige que las empresas publiquen los números de las nuevas contrataciones y la retención de los empleados, desglosados “‹”‹por raza, género y origen étnico, así como las iniciativas de acción afirmativa y los esfuerzos de diversidad e inclusión.
Por supuesto, la verdadera solución sería estandarizar la metodología, lo que resolvería algunos de los puntos ciegos en los informes de diversidad existentes y formularios EEO-1. Pero, ¿las compañías tecnológicas lo buscarán? Si los defensores de la diversidad se mantienen firmes ante el fuego, podría ser posible.