La Conferencia Episcopal de El Salvador ha solicitado a las instancias correspondientes el esclarecimiento del asesinato del párroco de la iglesia de San Fracisco Chinamequita y rector mayor del seminario de Santiago de María, Ricardo Cortez.
Ante esto, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, condenó este tipo de acciones y pidió una prota reacción de las autoridades de seguridades.
Escobar Alas leyó un comunicado en el cual los obispos condenan el crimen del párroco y demandan que se haga justicia por este caso, así como para el padre Walter Osmir Vásquez Jiménez y el padre Cecilio Pérez, asesinados en 2018 y 2019, respectivamente.
"Reiteramos, de la manera más enérgica, nuestra condena de este terrible crimen y exigimos se esclarezca la verdad de los hechos y se haga justicia. Eso mismo exigimos, una vez más, para los otros dos asesinatos antes mencionados, que no queden en la impunidad, para que tales crímenes no se cometan más", leyó Escobar Alas.
Por su parte, el cardenal Gregorio Rosa Chávez, destacó las virtudes del padre Cortez y lamentó la inseguridad que se vive en el país.
"Los que están detrás de sus huellas, los que fueron sus alumnos saben la calidad de este hombre de Dios, saben sus virtudes tan claras y tan auténticas, tienen en él un ejemplo a seguir (…) hay muchos comentarios de ustedes en las redes sociales, varios se han preguntado y quién es el siguiente como diciendo quién está seguro en este país, muy triste el no poder confiar en la justicia, no sentirse seguro, que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento; es importante no resignarse a eso y construir ese mundo que soñó Jesús, el reino de amor, justicia y paz. Por este reino trabajó el padre Ricardo igual que el padre Cosme que murió después de haber celebrado la eucaristía, ese reino que comienza aquí, pero que no termina aquí", manifestó el cardenal.
El hecho delincuencial fue registrado en el kilómetro 80 de la carretera Litoral, a la altura del cantón Santa Cruz Porrillo, municipio de Tecoluca, San Vicente.
El religioso se dirigía al seminario de Santiago de María, Usulután, para participar una reunión episcopal.
Sin embargo, unos sujetos desconocidos interceptaron el automotor. Al lograr detener la marca del carro, los malhechores sacaron al sacerdote y lo atacaron a balazos a un costado de la carretera.
Luego los sujetos se dieron a la fuga con rumbo desconocido.
