La administración Trump y el gobierno de Honduras suscribieron hoy en Naciones Unidas un acuerdo que permitirá a Estados Unidos enviar solicitantes de asilo a Honduras, según han divulgado medios estadounidenses y hondureños.
El acuerdo se suscribió a los pocos días después de que Estados Unidos y El Salvador suscribieran un acuerdo en esa materia. Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Americas, emite la siguiente declaración al respecto:
“Honduras no es un país de asilo porque carece de las mínimas condiciones de seguridad para poder acoger a personas en búsqueda de protección. Honduras es un país que enfrenta una grave crisis política estructural derivada de un un golpe de estado en 2009 que irrumpió la frágil vida democrática del país, seguido de un proceso electoral ilegal y fraudulento sucedido en el 2018. Ambos sucesos han sido apoyados por los Estados Unidos. Todo lo anterior conlleva a que un acuerdo como el anunciado este dia entre Honduras y los Estados Unidos carezca de credibilidad. Resulta imposible entender cómo el país del cual provienen la mayoría de las personas centroamericanas que buscan asilo en Estados Unidos, puede ser un país de asilo. Honduras está inmerso en un contexto de violencia institucional y del crimen organizado. Es importante recordar que un 67 % de su población vive en pobreza. Además, como hemos documentado recientemente, muchos habitantes de zonas rurales son expulsados de sus hogares por la violencia y justamente hacen parte del éxodo de personas que huyeron en las “caravanas” en búsqueda de protección en el segundo semestre de 2018.
“Este acuerdo con Honduras es un paso más en el impulso de la estrategia de la administración Trump motivada por la ideología que postula la supremacía blanca y que criminaliza y erosiona el derecho al asilo y que pone en peligro la vida de las personas que huyen de la persecución en sus países. Como parte de la estrategia se está presionando a Estados débiles, como los del norte de Centroamérica, que no pueden proteger a su población a aceptar solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos.
Las condiciones actuales de corrupción e impunidad de Honduras responden a una larga historia de intromisión y políticas fallidas de los Estados Unidos en los países centroamericanos. Es vergonzoso que este acuerdo se firme, en el caso de Honduras, por un presidente que ha sido señalado como conspirador en un caso de narcotráfico en un tribunal estadounidense. Al enviar a los solicitantes de asilo a Honduras, la administración Trump está liderando una cruzada contra aquellos que huyen de las condiciones creadas por políticas estadounidenses”.