El Gobierno salvadoreño realizó este martes el lanzamiento de la política de participación ciudadana con la que busca que todas las instituciones del Ejecutivo generen los espacios para incentivar a la población a involucrarse y “ser protagonista” de soluciones por medio del diálogo con el Gobierno
La política establece que las entidades del gobierno deben apoyar las iniciativas que surjan de la ciudadanía, especialmente las relacionadas con la prevención de la violencia, la construcción de la cultura de paz, así como la convivencia social.
Además plantea la creación de espacios de interacción ciudadana como las audiencias públicas, los despachos abiertos, los consejos temáticos o sectoriales, las asambleas ciudadanas, la red de las Casas de la Cultura y Convivencia, entre otros.
“Es una política que pretende que todas las instancias del Ejecutivo, estoy hablando de 81 instancias por lo menos, apliquen determinados lineamientos que se sintetizan en abrir las puertas del Estado para que la gente sea parte de las políticas públicas y que no solamente demande”, aseguró el secretario de participación, transparencia y anticorrupción, Marcos Rodríguez.
La política será coordinada por el Consejo Consultivo de Participación Ciudadana que estará conformado por miembros de las 14 asambleas ciudadanas departamentales, Asociaciones de Desarrollo Comunal (ADESCO), universidades, centros de investigación, instituciones del Ejecutivo, entre otras entidades.
Por su parte el presidente Salvador Sánchez Cerén destacó que la transparencia y la participación ciudadana han sido puestas en marcha a partir del primer gobierno del FMLN en 2009 y llamó a la población a usar estos instrumentos para beneficio social.
“La participación es un proceso de consciencia y toma de decisión porque no solo significa demandar, sino que también significa ser actor, construir y eso es lo que ofrecemos en esta política”, expresó el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.
El Ejecutivo prevé que con este instrumento gubernamental la gente pase de la petición y esperar que el gobierno resuelva sus problemas, a ser parte de las soluciones y a cooperar con las autoridades para mejorar la calidad de vida en sus comunidades.