A la crisis interna que sufre el FMLN por su derrota en las elecciones del pasado domingo se están sumando voces de la sociedad civil, simpatizantes de izquierda y funcionarios del actual Gobierno que exigen a la cúpula de la exguerrilla que dimitan de sus cargos.
En las elecciones legislativas y municipales del 4 de marzo, el FMLN fue derrotado por su histórico rival de derecha, la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), al ver reducido su número de escaños en el Parlamento y su participación en los gobiernos locales, incluida la capital, San Salvador.
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El resultado de los comicios dibuja, por lo tanto, un cambio de tendencia de cara a las presidenciales que se celebrarán el año que viene. Así, muchos analistas consideraron que esta cita electoral fue como un referéndum sobre el actual Gobierno del izquierdista Sánchez Cerén, del FMLN.
Ahora, varios destacados exjefes insurgentes, que tuvieron un importante papel durante la guerra civil (1980-1992), entre ellos Dagoberto Gutiérrez y Pablo Parada Andino, quienes ya no son miembros del partido, culparon a la dirección del FMLN del fracaso electoral por sus "erradas políticas antipopulares y poco transparentes".
"Llevaron a cabo políticas de gastos exorbitantes", apuntó Gutiérrez.
De igual forma, el director General de Migración y Extranjería, Héctor Antonio Rodríguez, escribió una carta al secretario General del FMLN, Medardo González. En la misiva, Rodríguez insta al Gobierno y a la cúpula del partido realizar cambios de autoridades y estrategias en favor de la población.
“Es urgente realizar cambios en el Gobierno, no solamente de personas sino de prioridades y estrategias y que la población sienta el beneficio inmediato”, reza la carta.
Una idea con la que coincide la excandidata a alcaldesa de San Salvador por el FMLN, Jackeline Rivera, quien también expresó en sus redes sociales que su partido debe realizar una “corrección profunda y sincera, tanto en el Gobierno central como en el partido”.
“El mensaje del electorado está claro. Estoy convencida de que debe hacerse una corrección profunda y sincera, tanto en el Gobierno central como en el partido. Cambios que nos permitan poner en marcha nuevos procesos, nuevas metodologías y nuevos liderazgos que respondan, de mejor manera, a las expectativas de la gente” escribió en sus redes.
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Dicha visión es compartida por el llamado Consejo Asesor Municipal que la asesoró durante la pasada campaña electoral, y cuyos miembros consideran que el FMLN sufrió una "derrota estratégica" y que requiere cambios urgentes, según afirmó Roberto Cañas, un intelectual de izquierda y firmante del comunicado.
"Es indispensable que el FMLN ejecute medidas rápidas que den señales claras que van a corregir lo que sea necesario para comenzar a reestablecer la confianza de los salvadoreños", exigió Cañas, quien agregó que el grupo ciudadano además exige dimisiones: "Se pide a la Comisión Política (la máxima dirección) deponer sus cargos y que de manera inmediata asuma la dirección del FMLN una Comisión de Transición integrada por dirigentes del partido".
Aún sin contar con el escrutinio definitivo, es evidente que la derecha aglutinada en ARENA se ha llevado todos los triunfos de la elección: logró una mayor bancada en la Asamblea Legislativa; acumuló más gobiernos municipales y logró hacerse con la alcaldía de San Salvador, que recuperó después de haberla perdido en 2015.
La mayor bancada será relevante cuando, entre 2018 y 2021, la Asamblea elija a la nueva Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), al nuevo Fiscal General y al procurador de los Derechos Humanos, entre otros funcionarios. Con el resultado del domingo, ARENA tiene buenas posibilidades de ocupar esos cargos con sus adeptos.
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De acuerdo con los datos emitidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ARENA obtuvo 37 de los 84 escaños del Parlamento en disputa, así como 138 de las 262 alcaldías existentes. Actualmente el partido de derecha tiene 35 diputados y 119 alcaldías.
Su más trascendente victoria fue la que cosechó en San Salvador: Ernesto Muyshondt, empresario, abogado y administrador de empresas de de 43 años, será el nuevo alcalde. Históricamente, los alcaldes de la capital terminan siendo candidatos a la presidencia de la República.
Por el contrario, en los comicios del domingo el izquierdista FMLN bajó de 31 escaños en el Parlamento a 23 y de 82 alcaldías a 66, según los datos del TSE, aún preliminares.
A la hora de escudriñar el fondo de los datos, el experto en temas electorales y ex magistrado del TSE Félix Ulloa explicó que ARENA tiene casi los mismos votos que en las elecciones de 2015, es decir, ha triunfado sin aumentar su caudal.
En cambio, agrega, el FMLN redujo su caudal político, de 50% del voto nacional en 2014, al 15% en 2018. Según Ulloa, el partido ha perdido a más de un tercio de sus seguidores, los considerados "votos duros" o "votos fieles".
La alta dirigente del FMLN y actual diputada Lorena Peña reconoció la derrota de su partido al exclamar que "fue evidente" que un buen sector de la población reclama una gestión gubernamental más eficiente y cercana con las necesidades de la gente; comunicar más los logros y los avances en las transformaciones. "Es tiempo de oír a la gente y tomarnos en serio sus opiniones", admitió.
Julia Evelyn Martínez, economista y académica de la Universidad Centroamericana (UCA), había advertido antes de las elecciones que el FMLN recibiría un "voto de castigo" por su incapacidad de resolver problemas apremiantes como la violencia criminal que hace de ese país uno de los más peligrosos de Latinoamérica con una tasa de homicidios de 60 por cada 100.000 habitantes.
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Otro de los análisis es sobre el papel que jugarán los partidos tercera y cuarta fuerzas, respectivamente, los partidos Gran Alianza Nacional (GANA), con 11 escaños, y el Partido de Concertación Nacional (PNC), también de derecha, con ocho escaños ganados.
GANA y PCN, por identidad ideológica, se plegarán a ARENA, indican analistas. Además, en la práctica, una hipotética suma de FMLN, GANA y PCN no llegaría a los 43 votos de la mayoría necesaria para que se tomen algunas decisiones fundamentales en el Parlamento.
"El FMLN queda reducido a la irrelevancia legislativa. El único recurso del que dispondrá es el veto presidencial, un instrumento muy socorrido por Arena en otro tiempo también adverso. Pero a diferencia de entonces, ahora será más fácil superarlo", apunta el analista político Rodolfo Cardenal.