Agencia Alemana de Prensa (dpa)
La Fiscalía Federal de Alemania acusó hoy a cuatro presuntos miembros del grupo neonazi “Knockout 51” de pertenencia a organización criminal y terrorista, entre otros cargos.
Según el comunicado de la Fiscalía, el resto de acusaciones incluye lesiones corporales múltiples, atentado contra agentes del orden, alteración del orden público, intento de liberación de presos e infracción de la ley de armas.
La Fiscalía añadió que tres de los acusados, uno de ellos como cabecilla, fundaron presuntamente el grupo “Knockout 51” como muy tarde en marzo de 2019.
“Se trataba de un grupo de artes marciales de extrema derecha que atraía a hombres jóvenes de tendencia nacionalista bajo el pretexto de un entrenamiento físico conjunto, los adoctrinaba de manera deliberada con ideas de extrema derecha y entrenaba para enfrentamientos físicos con agentes de policía, miembros de la escena política de izquierdas y otras personas consideradas dignas de ser combatidas”, señaló la Fiscalía.
Según la acusación, como mínimo desde abril de 2021, el objetivo del grupo pasó a ser asesinar a personas pertenecientes a la escena de extrema izquierda.
En el comunicado, la Fiscalía enumeró 14 incidentes relacionados con el grupo, entre los que se encuentran algunos ocurridos en manifestaciones contra las medidas anti-covid, la intención de mantener el orden en un “barrio nazi” con numerosas agresiones y el lanzamiento de piedras a la sede del partido La Izquierda en la ciudad de Eisenach (Turingia), en el centro del país.
El grupo, que según la acusación contaba regularmente con diez miembros activos, celebraba sus sesiones de entrenamiento en la sede regional en Turingia del partido ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD).
De acuerdo con la Fiscalía, “Knockout 51” también había establecido contactos con otros grupos violentos de extrema derecha que practicaban artes marciales en todo el país.
Los cuatro hombres acusados fueron detenidos a principios de abril de 2022 en el marco de una redada a gran escala de la escena neonazi militante. Más de 800 policías y agentes de policía participaron en más de 60 registros en once estados federados. Desde entonces, los acusados se encuentran en prisión preventiva.
El presidente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, Thomas Haldenwag, calificó en aquel momento la operación de “importante golpe contra la escena violenta de extrema derecha y un gran éxito para las autoridades”.
