Redacción ContraPunto
“La muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”, dijo José Martí, el héroe nacional de Cuba; político revolucionario, poeta y pensador latinoamericano. Este pensamiento se aplica a una persona como Felipe Vargas Ortiz, un periodista y catedrático universitario, por su ejemplar vida.
Vargas Ortiz, tuvo que refugiarse en Canadá, en los años iniciales de la guerra civil en El Salvador (1980-1992). Luego regresó a la “tierra caliente”, dejando atrás sus comodidades que le brindaba el exilio.
Se integró a la agencia Salpress, de la cual fue su subdirector: ejerció en Nicaragua, México, EEUU y finalmente en San Salvador, a pesar de los riesgos que ello implicaba.
Su fallecimiento ha sido sentido por diferentes colegas que trabajaron con Felipe: pesar, tristeza y recuerdos imperdurables quedan en aquellos que lo conocieron y de él aprendieron no sólo a escribir en una agencia que era parte del movimiento insurgente de la época, como a sortear los riesgos que ello implicaba.
Vargas Ortiz falleció el viernes en horas de la noche; padecía de una enfermedad cardíaca, que finalmente terminó venciendo si cuerpo y no así su espíritu.
Desde ContraPunto reconocemos la labor que en vida realizó Felipe Vargas Ortiz, a quien también lo caracterizó la solidaridad y el buen humor. Enviamos a su familia y a su esposa Marina, un gran abrazo y nuestro más profundo pesar.