Por Ernesto Panamá
El pueblo del Reino Unido es conocido entre otras cosas por hacer que “la voluntad de sus ciudadanos se respete”. El primer ministro David Cameron, decide la celebración del referéndum BREXIT en el cual los ciudadanos del Reino Unido decidieron abandonar la Unión Europea (UE), y debido esta derrota debió renunciar.
Lo sustituye Teresa May como primer ministro, y por tres años y medio ella dilata el cumplimiento de la voluntad de su pueblo expresada en el Brexit, razón por la que es forzada renunciar, asumiendo Boris Johnson.
Johnson gana con mayoría parlamentaria, cumpliendo con sacar al Reino Unido de la burocracia del parlamento europeo.
Lamentable para Johnson es la dependencia de su gobierno de la industria armamentista y la banca central, viéndose obligado a prioriza esos intereses, siguiendo el mandato ruso fóbico, aplicar sanciones económicas a la Federación Rusa y a escalar el envío de armas a Ucrania, acciones que deterioran el “nivel de vida” de sus ciudadanos, resultando que la mayoría de los votantes que lo eligiera en el 2019, en el 2022 demandan su renuncia. Le precedieron renunciando en junio el primer ministro de Bulgaria y la primera ministro de Estonia.
La OTAN y el Parlamento Europeo promueven políticas que elevan el costo de carburantes, transporte de materias primas y productos terminados, disminuyendo su productividad y el poder adquisitivo de sus ciudadanos. El escenario tras la renuncia de 16 miembros del gabinete del Reino Unido y la obligada renuncia de Johnson que debe reestructurar el gabinete debilita a Biden, y su campaña de polarizar al mundo.
Los candidatos a primer ministro, pienso que en sus campañas deberán distanciarse de la política belicista o no serán electos. El ganador deberá garantizar a los votantes al menos volver al nivel de vida anterior a las sanciones aplicadas a la Federación Rusa.
Es lamentable escuchar a los falsos medios de prensa como BBC, DW y otros repetir que la salida del primer ministro se deba a haber asistido a fiestas durante la pandemia y a un miembro de su partido que manoseaba a hombres.
Si bien esto es ridículo, les resulta de utilidad pues les permite ocultar que las sanciones económicas aplicadas a la Federación Rusa son la causa.
El resto de las naciones de la Unión Europea, ponen su barba en remojo, el derrocamiento del gobierno del Reino Unido que disminuyó el nivel vida de sus ciudadanos pone en vilo a los gobiernos de Macron, Macri, Sánchez, Scholz y otros. El descontento de sus ciudadanos aumenta por las decisiones inconsultas, del parlamento europeo y la OTAN que violan la soberanía de sus miembros. El futuro de Occidente sin una fuente fiable de energía se ve mal, la expansión de militar de la OTAN y su nuevo presupuesto favorece los bolsillos de pocos y al endeudamiento de decenas de millones de ciudadanos. Johnson no es el primero en caer, y no será el último. El gobierno norteamericano enfrenta el descontento popular creciente, además le afectan el alza en criminalidad,
la migración ilegal, el despilfarro del gobierno, la incompetencia de su gobernante y partido demócrata.
La paz es la única salida viable, pero les será difícil reconocer que la expansión de la OTAN fue la causa de la operación militar rusa, de la que derivan las sanciones económicas que hunden las economías occidentales, y más difícil será el aceptar que Crimea y Dombás forman parte de la Federación Rusa.
Lamentable ha sido el proceder del gobierno norteamericano quien se asegura de que los muertos se den lejos en Ucrania, que sus ciudadanos acumulen deuda, garantizando el enriquecimiento de la banca central y la industria armamentista quiénes comparten con corruptos políticos.
La multipolaridad está triunfando, es evidente que la generación de guerras, la expansión de bases militares, el dominio del dólar utilizado como arma de injerencia y sumisión están por terminar.
El cambio no se puede detener.
Lamentable es saber que los ciudadanos del planeta sufrimos la insensatez de pocos sabiendo la mayoría que esta injusticia y muertes quedan en la impunidad, pero esto llegará a su fin. Además, sabemos que las naciones tienen la voz y el voto para acelerar el cambio y poner fin a esta locura.
Los intereses de pocos, no deben ser la miseria de las naciones del mundo. Nuestras voces deben acallar los cañones.