La convocatoria a elecciones internas para que los partidos políticos elijan a quienes competirán por ser electos en 2021 fue una etapa, definida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la calendarización, que finalizó el pasado domingo 29 de marzo. Esta obligación legal que cada partido político celebre elecciones internas, tal como mandata la Ley de Partidos Políticos, podría resultar una oportunidad relevante para la democratización de estas entidades si surge un esfuerzo genuino de los afiliados por asegurarse de que sean los mejores perfiles los que resulten ganadores.
Diez son los partidos que entre el 28 de junio al 21 de julio celebrarán elecciones internas para componer la oferta electoral de diputados al Parlamento Centroamericano (PARLACEN), la Asamblea Legislativa y los concejos municipales del próximo año.
La ciudadanía en general, pero sobre todo los afiliados de cada partido político, debe prestar detenida atención en el perfil de quienes pretenden gobernar en las alcaldías y legislar desde el parlamento salvadoreño y centroamericano. El informe de calidad de vida ‘El Salvador. Cómo Vamos’ refiere que apenas es el 14 % los interesados en participar en política. A pesar pues de que este abultado desinterés minimiza la suficiente atención social del quehacer de los institutos partidarios, le corresponde sobre todo a los electores de cada partido definir a las mejores cartas para que exista un mayor interés ciudadano de acudir a las urnas en 2021.
Ojalá fuera una cuestión simple. Pero en la realidad político-partidaria, la elección obedece sobre todo a factores de conveniencia y capacidad logística de movilización de masas. Por otro lado, siendo mínimo el porcentaje de afiliados que acuden a votar en eventos eleccionarios de partidos, es todavía mucho más insignificante el número de personas que le apostarán a una evaluación de las aptitudes, las experiencias laborales, los logros profesionales, entre otros aspectos que tendrá la oferta de perfiles.
En ARENA, se conoció un comunicado que refiere que habrá una evaluación de los aspirantes a convertirse en candidatos a diputados por la Asamblea Legislativa, el PARLACEN y las planillas de los concejos municipales, según lo contempla el artículo 24 de los estatutos de ese partido. Ello seguramente implicará que no todos los aspirantes serán considerados idóneos de parte del partido. El mismo diputado Carlos Reyes, jefe de la fracción legislativa de ese partido, diría en una entrevista televisiva que será el COENA el que decida si una persona puede correr o no. Esto impide que una candidatura quede a expensas de la voluntad de la militancia. Y tal como observaron en 2016 Eduardo Escobar y Roberto Rivera en el ‘Primer informe sobre elecciones internas de los partidos políticos salvadoreños’, es una limitación al derecho al sufragio pasivo del cual habla el artículo 37 de la Ley de Partidos Políticos.
En el FMLN, empiezan a surgir voces de inconformidad con el proceso de inscripción de perfiles. La abogada Karen Daniela Genovez Monge por ejemplo ha denunciado en redes sociales la negación a su deseo y derecho de inscribirse como candidata a diputada por el departamento de San Salvador de parte de la Comisión Especial Electoral.
En Nuevas Ideas, un partido que tendrá su primer evento eleccionario, todavía no han surgido voces inconformes con el proceso. Es innegable que quienes sientan determinada desventaja, podrían emitir todo tipo de crítica. Lo ideal es consultar por correo electrónico a la Comisión Nacional Electoral para despejar dudas y expresar a la vez cualquier opinión de inconformidad, además de leer detenidamente los documentos del proceso para estar adecuadamente orientados.
En suma, los militantes de todos los partidos políticos están en pleno derecho de exigir que las autoridades partidarias no favorezcan a determinados candidatos para privilegiar los intereses particulares de grupo. Paralelo a ello, quienes apuesten decididamente al triunfo, deben consolidar una logística fundamental que permita preparar todas las condiciones necesarias para la movilización masiva de afiliados. Este proceso de planificación no suele formar parte estratégica de quienes compiten por ganar. Pretender gobernar un municipio o ser parte del parlamento salvadoreño o centroamericano debe comenzar con administrar adecuadamente todos los recursos y factores de la(s) instancia(s) político-partidaria(s) local(es) o departamentales que dependen del éxito electoral.