El fallecimiento del expresidente Calderón Sol plantea el obligado ejercicio reflexivo en torno a su legado, logros, hierros, dominios y falencias; en suma, que aspectos de su mandato habremos de considerar un éxito sin discusión y cuales por el contrario, no lo fueron.
Siendo la suya la administración que siguió a la firma de los acuerdos de paz, le toco afrontar el proceso de distención que a los bandos enfrentados les devenía, el cual asumió retirando primero de los mandos militares a aquellos oficiales señalados como violadores de derechos humanos en el conflicto finalizado en la administración saliente, lo que en sí mismo constituye en ejemplo de la personalidad que poseyó si bien se alineó con el ala dura de la derecha salvadoreña, responsable de los más atroces ultrajes a la dignidad humana conocidos en la historia latino americana, en cambio su administración busco acercamientos con la entonces oposición política, para garantizar la gobernabilidad remarcando la necesidad del equilibrio en el discurso, y a pesar de los deslices cometidos de propia vos al conocer de su triunfo electoral.
Podemos afirmar que fue la suya, una administración presidencial caracterizada por el tacto diplomático acertado, así como la debida y mesurada concertación con las fuerzas políticas legislativas.
Sin embargo y en materia económica, su administración se vio marcada y en su segundo año de gestión, por la deflación que caracterizó también al resto de administraciones de derecha, con la aplicación a raja tabla de las recomendaciones del FMI, las que fueron introducidas en su versión más radicalizada, negando la histórica vocación agrícola de la mayoría de la población, a la que se la desarraigo mediante un agresivo programa de tercerización de la economía salvadoreña (el sector cafetalero fue para el caso, olvidado y dejado a su suerte consecuentemente con las nuevas prioridades macro económica de los sectores dominantes), achicando el circulo de población económicamente activa en el sector formal, continuando el proceso de privatizaciones iniciado en la administración Cristiani, y profundizándolas en la banca estatal, pero además aplicando los denominados “procesos de rescate” de la banca privada, debido a su desastrosa gestión y con fondos públicos, que por supuesto fracasó.
Aquellos fondos empleados en el proceso de rescate nunca fueron recuperados, los bancos en cuestión desaparecieron y la deuda se socializó.
Esto marca el sino de las administraciones de derecha y neoliberales: la concentración de la riqueza mediante el favorecimiento de privados, trasladando la deuda por vía impositiva a la población.
Esto obligo a su administración aumentar el IVA al 13%, desmarcando de ello a los sectores dominantes, coronando en materia económica con la descapitalización forzada del ISSS y el INPEP, a través de deliberadas acciones para quebrantarlas, volviéndolas inviables, facilitando así la imposición de las AFP´s, que a la postre, constituyen un sebo que empobrece las arcas públicas, negando el desarrollo a nuestra nación.
Concluiremos que fue un hábil político, el correcto para el momento de su presidencia, pero también que aseguró mediante acuerdos, las garantías para los privilegiados.