Por Carlos F. Imendia.
Tiktok lo ha venido a complicar todo, imaginen que de la noche a la mañana –como suele suceder—alguien viene y se hace famoso, con un sin número de seguidores y una vitalización expansiva, una bayuncada guanaca (video) obtuvo un golpe de suerte del algoritmo, ahora estas personas hacen “en vivos “ y generan ingresos para sus familias, es la forma que muchos salvadoreños en la crisis actual se ganan la vida, haciendo cualquier tontería en las famosas batallas, etc. Por eso es que mucho cipote ahora quiere ser yutubero o titokero antes de entrar a una aula de universidad o iniciar una carrera técnica.
Como lo decía una reconocido académico, experto en estudios de opinión, en un programa radial: “A la mayoría de salvadoreños les gusta la bayuncada” , ¡Y es cierto! ¿ cuál es la mejor forma de romper el hielo en una reunión seria? Con una bayuncada, y de ribete te haces amigo de todo el mundo, mucha gente ha alcanzado el éxito, puestos de poder, por el simple hecho de ser bayunco.
En tiktok es el lugar idóneo, es el vergel para que la bayuncada se desarrolle y se expanda y propulse gente que ni en su misma familia los conocen. Por otra parte, después de venir de una época o generación que consumía televisión en horarios pre establecidos, programas radiales, pero sobre todo buena programación radial donde se escuchaba buena música y no interrumpían tanto los D.J. O buenos programas de televisión, con sus franjas estipuladas para la audiencia, que dieron origen a lo que se conoce como estrellas de la farándula, ahora Tiktok le da vuela al asunto y te presenta gente ajena (en conocimiento y técnica) al medio, y lo peor del caso que entre más natural y sencillo salga el asunto pero MAS BAYUNCO, es más viral y famoso.
Esto ha promovido a que incluso esas estrellas de la farándula, recapaciten y vean una oportunidad en sumergirse en la bayuncada, suban sus primeros videos y comiencen a generar ingresos. Nada está mal , y no existe nada en contra de ellos, lo único es que la dignidad del medio y de sus representantes va cayendo, llegar hasta esas catacumbas , hace que una virtud valiosa en el ser humano decaiga: La credibilidad.
Como padres de familia, nos duele aceptar que nuestros hijos estén expuestos a tanto promotor de la bayuncada en las redes sociales, porque no fomenta conocimiento, no engrandece a nuestra sociedad, mucho menos aumenta el desarrollo cognitivo de los cipotes, Es cierto, esta red social tiene la facultad de ser adictiva, divierte, entretiene, saca risas, despierta el morbo, pero no para empoderar gente que no reúne los méritos ni mucho menos es certificado para saltar a la exposición pública con su talento. Ojalá esta corriente vaya pasando, no es posible que nuestros jóvenes alimenten su psique con tanto contenido poco aprovechable para el juicio y la razón.