El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, dijo que la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo de París era “un acto brutal” que podría tener un impacto directo en el ambiente.
El pacto fue sido ratificado por 195 países en diciembre de 2015 como parte de un compromiso multinacional para detener el deterioro ambiental provocado por la emisión de gases y el efecto invernadero.
"Con el fin de cumplir con mi solemne deber de proteger EE.UU. y sus ciudadanos, EE.UU. se retirará del Acuerdo de París", anunció Trump.
Según el mandatario, renegociará la integración de su país a un cuerdo similar, pero “bajo condiciones justas”. Y es que el presidente estadounidense considera que el actual acuerdo deja en desventaja a su país y que trae beneficios únicamente al resto de países. Además de que dijo que la participación de Estados Unidos le supone a dicho país “pérdidas de puestos de trabajo, sueldos bajos, el cierre de fábricas y una inmensa disminución de la producción económica”.
El comisionado de la Unión Europea de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, criticó las motivaciones de Trump y dijo que el cuidado del medio ambiente no debería suponer un obstáculo, sino un “motor de crecimiento” para nuevos empleos y oportunidades de inversión.
Tanto el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han explicado que el Acuerdo de París “no puede ser renegociado dado que es una herramienta vital para nuestro planeta, sociedades y economías”.