Al menos dos personas murieron y 69 resultaron heridas este martes después de que policías antimotines y paramilitares disolvieran a balazos varios "tranques" (retenes) de manifestantes en Nicaragua, informó Alvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragí¼ense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
"Estamos bajo fuego, hay una balacera permanente y desmedida contra la población civil", aseguró el activista, que se encuentra desde hace varios días en Masaya, ciudad situada a 25 kilómetros al este de la capital, Managua, y que desde hace un mes permanece bajo control de manifestantes opuestos al Gobierno de Daniel Ortega.
En Masaya hasta ahora hubo dos muertos y 32 heridos, varios de gravedad, indicó Leiva. Otras 37 personas fueron heridas de bala cuando las fuerzas del Gobierno en el municipio de Ticuantepe, a 14 kilómetros al este de Managua.
Leiva agregó que policías y paramilitares disolvieron varios retenes en la periferia de Masaya y lograron irrumpir en la ciudad, donde "la gente resiste detrás de las barricadas solamente con piedras y morteros (bombas caseras)".
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"La situación es muy grave", aseguró Leiva. Dijo que hombres fuertemente armados iniciaron "redadas selectivas en varios barrios de Masaya, donde están sacando a jóvenes de sus casas, los golpean y se los llevan secuestrados".
Mientras, el canal 15 de televisión denunció que paramilitares asaltaron en Ticuantepe a uno de sus equipos de prensa y les robaron sus cámaras, teléfonos y demás pertenencias.
También un equipo del canal 12 fue despojado de sus cámaras por los atacantes, mientras periodistas extranjeros tuvieron que refugiarse en viviendas de la población, se indicó.
"Le pedimos al Gobierno de Nicaragua que detenga la represión y no dañe más su imagen de cara a la comunidad internacional. ¡El Gobierno puede detener una masacre!", escribió por su parte el obispo Silvio Báez en su cuenta de Twitter.
Báez y Leiva anunciaron que enviaron denuncias de estos sucesos a la Comisión Interamericana de derechos Humanos (CIDH) y a otros organismos internacionales.
Los hechos ocurren a dos meses del inicio de una rebelión cívica contra Ortega, el pasado 18 de abril, que según la ANPDH ha dejado hasta ahora 215 muertos y más de 1.400 heridos, en su gran mayoría jóvenes y estudiantes. El Gobierno reporta 46 fallecidos.