Tras las restricciones a causa de la pandemia de coronavirus, una exposición que abre sus puertas en la ciudad alemana de Maguncia el miércoles próximo busca echar una mirada al pasado de la región en la figura de sus emperadores.
A través de tesoros pocas veces vistos de diversas colecciones y presentaciones digitales, el Museo Regional de Maguncia quiere mostrar a los visitantes que la región en torno a esa ciudad, Ingelheim y Espira era un centro de poder europeo hace unos mil años.
La exposición "Los emperadores y los pilares del poder", que se podrá ver hasta el 18 de abril, refleja las redes del poder de decisión en la temprana y la alta Edad Media y analiza "los dinámicos entramados de relaciones de gobernantes y gobernados".
Entre ellos figuran la caballería y la cultura cortesana, las catedrales y las ciudades cada vez más fuertes, pero también la población campesina que padecía bajo el sistema del señorío.
El proyecto incluye también la época de esplendor medieval de las comunidades judías en Espira, Worms y Maguncia, conocidas como las ciudades ShUM por sus iniciales en hebreo. El año próximo, la UNESCO decidirá sobre su inclusión en la lista de patrimonio de la humanidad.
La exposición abarca desde el dominio del Carlomagno, coronado en el año 800, hasta el de Federico I de Hohenstaufen, conocido como Barbarroja, fallecido en 1190.
Entre las piezas expuestas, figura, por ejemplo, el relicario en forma de brazo de Carlomagno, a préstamo del Museo Louvre de París, y la crónica de la Casa de Welf, conservada en Fulda, surgida en torno a 1170 y que refleja la historia de esa dinastía suaba.
Una de las piezas más destacadas de la exposición es la "Porta aurea" de Maguncia, una puerta de bronce que durante décadas permaneció olvidada en un depósito de Wiesbaden y que fue llevada a Maguncia para su restauración para esta muestra.