Aunque Autoridades de Seguridad lo niegan, lo cierto es que en el país se agudiza la guerra sin cuartel entre agentes del orden y pandillas, este martes la Fiscalía General de la República (FGR) reportó el homicidio de otro policía en el departamento de San Vicente.
La victima ha sido identificada como: Cristian Nery Abarca Ayala, que estaba destacado en la delegación policial del municipio de San Alejo, departamento de La Unión y quien portaba el Orden Numérico Institucional (ONI) 25217, informaron fuentes policiales.
Abarca fue atacado con armas de fuego por presuntos pandilleros en las cercanías de un puente ubicado en el cantón Los Laureles de dicha localidad mientras se conducía en su motocicleta. Hasta el cierre de esta nota no se reportan capturas de los responsables de cometer el hecho.
Los crímenes siguen imparables, en lo que va del presente año, pandilleros han asesinado a 42 policías y 21 soldados. En 2015 asesinaron a 64 agentes y 24 militares.
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A pesar de medidas extraordinarias para combatir la delincuencia, en El Salvador aún se mata a montones, la tasa de homicidios es de 72 por cada 100 mil habitantes; en 2015 creció exorbitantemente a 104 asesinatos por cada 100 mil personas.
Los policías y soldados están siendo atacados, en la mayoría de los casos, mientras se encuentran de licencia, en emboscadas y operativos.
Miembros del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) se han manifestado en varias ocasiones ante la grave situación que les genera zozobra, miedo y desesperanza, tanto para ellos como para sus familias que también son blanco de pandilleros.
“Los policías están realizando un trabajo de sacrificio, de entrega y no es posible que estas personas inescrupulosas estén asesinando a nuestros compañeros (“¦) es por esta situación que agentes están renunciando a la institución”, acotaron los agentes.
Por otro lado, el Gobierno asegura que los ataques contra el cuerpo policial y militar son las respuesta de los criminales ante la represión que se ejerce sobre ellos y que, pese a esto, la moral policial “esta alta” y se seguirá combatiendo la delincuencia.