En la coyuntura actual la discusión acerca de la aprobación del voto en el exterior está plagada de acusaciones y contraacusaciones. La llamada clase política anda buscando al culpable o los culpables de que no puedan votar los salvadoreños en el exterior.
La estrategia de buscar culpables, cuando surge un conflicto, no sirve para nada, no resuelve el problema. Culpar a aquellos que se consideran responsables por lo sucedido, no borra las consecuencias negativas, y tampoco hace que el problema desaparezca. Al buscar culpables realmente, el problema se hace más grande, si además de señalar culpables se insulta o descalifica al adversario.
En el caso del voto en el exterior, solo faltan 5 días, para que termine el plazo para hacer las reformas electorales: la cuestión es, si todavía hay tiempo, para poder hacerlas; tomando en cuenta que, el Plan General de Elecciones del Tribunal Supremo Electoral para 2021 ya está en marcha y habrá que ver, si realmente hay posibilidades que la Asamblea Legislativa apruebe una ampliación del plazo que vence este 28 de febrero.
Una tercera parte de los salvadoreños viven en el exterior, envían anualmente en concepto de remesas más de 6 mil millones de dólares, pero solo unos 416 mil salvadoreños en el exterior están inscritos en el registro electoral y este es día, que no tienen certeza, si podrán votar y cómo lo harán en las elecciones municipales y legislativas del 28 de febrero de 2021.
Aún no se ha definido el mecanismo de votación ni el presupuesto para que ellos puedan participar en la elección de 84 diputados de la Asamblea Legislativa, 20 diputados del Parlamento Centroamericano y 262 Alcaldías.
La búsqueda de culpables, es parte de una estrategia de desgaste, que puede tener efectos contraproducentes para quienes la impulsan: Generar desánimo y descontento en el electorado. Para el caso en la última elección de diputados y alcaldes la abstención rondó entre el 67 % y el 70 %, 18 % más que en las elecciones legislativas y municipales del 2015. De los 5.186.042 ciudadanos convocados a votar sólo cerca de dos millones acudieron a las urnas. La búsqueda de culpables, la polarización son factores de la abstención.
Toca hoy a las universidades, los movimientos sociales, al periodismo independiente, jugar su papel de conciencia crítica de la sociedad. Contribuir a que la ciudadanía esté bien informada, para que pueda participar en la toma de decisiones y el debate político con propuestas de solución a los problemas nacionales.
En lo inmediato el país, más que buscar culpables, necesita que se apruebe la ley de Reconciliación Nacional. Que tiene que ser una normativa que garantice la verdad, la justicia, la reconciliación y el compromiso de no repetición de crímenes de guerra, y de lesa humanidad.
Urge la aprobación de la Ley General de Aguas, 13 años de retraso es demasiado tiempo, más cuando, en el país, cerca de una cuarta parte de los hogares no tiene agua potable, todos deberíamos sentir la urgencia