La familia de Salvador Sánchez Cerén, expresidente salvadoreño (2014-2019), recibió US$6 millones en salarios con fondos públicos.
El presidente Nayib Bukele denunció que los parientes de Sánchez Cerén mantuvieron cargos en distintas instancias del Gobierno con salarios que llegaban hasta los US$4,000. El presidente detalló que esos US$6 millones se gastaron en el quinquenio de la gestión anterior.
Los despidos continuaron el miércoles por la tarde. Después de que anunció en sus redes sociales 11 destituciones -10 de ellas por vínculos de parentesco-, el martes por la tarde continuó con la lista. Hasta la caída del sol, eran ocho destituciones más que pidió directamente a los titulares del ramo. De nuevo, había una hija de Sánchez Cerén.
Pero, además, pidió quitar del cargo al hijo de Norma Guevara, exdiputada del FMLN. Su hijo trabajaba en Casa Presidencial ganando más de US$3,900. El presidente Bukele pidió repartir ese sueldo en tres plazas de técnicos, que se someterán a concurso público.
De igual manera pidió quitar a familiares de Nidia Díaz, diputada del FMLN; Julio Olivo, presidente del TSE; Hugo Suazo, diputado del FMLN y Hugo Martínez, excanciller.
Bukele usó con ironía el mote que de manera informal se le aplicó a Sánchez Cerén: “el Mujica salvadoreño“. La comparación es por José Mujica, un expresidente uruguayo que se caracterizó por su cercanía con la población, su claro pensamiento de izquierda y por haberse quedado con el mismo carro y la misma vivienda cuando ganó las elecciones.
Por ahora, ninguno de los señalados del FMLN se ha pronunciado, a excepción de Lorena Peña, quien salió a desmentir que tuviera un hermano que trabajó en el Gobierno. Sus hermanos murieron durante el conflicto armado y solo ella sobrevivió.