El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció hoy sanciones contra el ministro de las Fuerzas Armadas, Álvaro López Miera, y la fuerza denominada “Boinas Negras” por su papel en la represión de las protestas antigubernamentales del 11 de julio.
“Condeno inequívocamente las detenciones masivas y los juicios simulados que están condenando injustamente a prisión a quienes se atrevieron a hablar en un esfuerzo por intimidar y amenazar al pueblo cubano para que callara”, expresó Biden en un comunicado.
Al anunciar las sanciones, el presidente demócrata dijo que las nuevas sanciones a Cuba son “solo el comienzo”.
Esto marca los primeros pasos concretos de la administración Biden para presionar al gobierno cubano, en un momento en que Washington enfrenta los llamados de los legisladores estadounidenses y la comunidad cubanoestadounidense para mostrar un mayor apoyo a los manifestantes.
La velocidad con la que el gobierno elaboró las nuevas sanciones indica que es poco probable que Biden suavice el enfoque de Estados Unidos hacia Cuba poco después de que su predecesor, Donald Trump, hiciera retroceder una histórica distensión de la era de Obama con La Habana.
Miles de cubanos realizaron protestas el 11 de julio para manifestarse contra una crisis económica que ha provocado escasez de bienes básicos y cortes de energía. También se manifestaron contra el manejo del gobierno de la pandemia de coronavirus y las restricciones a las libertades civiles. Cientos de activistas fueron detenidos.
Biden había prometido durante su campaña revertir algunas de las políticas de Trump hacia Cuba, pero el anuncio del jueves sugiere poco apetito por volver a acercarse a la isla de régimen comunista.
Al mismo tiempo, la administración Biden sigue buscando formas de aliviar la difícil situación humanitaria del pueblo cubano.
La Casa Blanca dijo el martes que Biden formaría un grupo de trabajo para analizar el tema de las remesas a Cuba a raíz de las protestas en la isla. El objetivo es determinar cómo los cubanoestadounidenses pueden enviar dinero a las familias en la isla mientras mantienen los fondos fuera del alcance del gobierno cubano.
Trump había impuesto estrictas restricciones al flujo de remesas, que se cree que ascendían a varios miles de millones de dólares anuales.
Estados Unidos también está trabajando con el sector privado y el Congreso para buscar formas de hacer que Internet sea más accesible para la gente de Cuba, dijo el martes el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price.