El Salvador será uno de los dos países beneficiados con la donación de US$1 millón, otorgado por el Fondo Especial Japonés, a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destinado para servicios educativos.
A través de esta donación, el BID apoyará a Honduras y a El Salvador, durante los próximos 24 meses, en sus esfuerzos de regreso a clases, asegurando entornos seguros para el aprendizaje y buscando reducir el impacto de la pandemia en las pérdidas de aprendizaje y el abandono escolar de niños y jóvenes.
Con apoyo de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Centro América y Republica Dominicana (SE-COMISCA), esta cooperación técnica financiará la compra de insumos de bioseguridad para que las escuelas puedan reabrir de forma segura con las condiciones sanitarias mínimas requeridas.
La cooperación también apoyará a las autoridades educativas a desarrollar una estrategia y plan de incentivos monetarios y no monetarios para motivar a los niños, niñas y jóvenes a que regresen a las aulas y promover su permanencia en el sistema educativo. Así mismo, capacitará al personal escolar para implementar estrategias pedagógicas dirigidas a cerrar las brechas de aprendizaje que se produjeron durante el cierre de las escuelas, centrándose en los estudiantes más vulnerables.
Las herramientas y los conocimientos construidos a través de este proyecto se compartirán con el resto de los países mesoamericanos mediante la participación de todas las instituciones clave de cooperación regional en Salud y Educación (COMISCA, CECC / SICA y Proyecto Mesoamérica). De esta manera, el Banco ratifica su compromiso para seguir apoyando la educación en la región.
Se estima, con base en los efectos en la educación de crisis económicas anteriores, que cerca de un millón de jóvenes no regresarán a la escuela en Mesoamérica, cifra que representa al menos un 19.4% de aumento en el ausentismo estudiantil. Más aún, cuatro de cada cinco jóvenes que no regresen a la escuela, son pobres o de clase media vulnerable.