La Dirección General de Centros Penales (DGCP) informó este lunes que 800 privados de libertad con diagnóstico de enfermedades crónicas, terminales y degenerativas están siendo atendidos en el Centro de Salud para privados de libertad en la Penitenciaría Occidental en Santa Ana.
De acuerdo a la institución penitenciaria, se ha invertido en salud de los internos $1, 073,977.29 dólares en medicamentos e insumos, además se cuenta con donación de medicamentos, adquisición de equipo médico de laboratorio, alimentación especial y asignación de uniformes para los enfermos.
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“La DGCP está dando cumplimiento al artículo 80 de la Ley Penitenciaria que mandata instalar centros especiales destinados para la atención y tratamiento de la salud física y mental de los internos”, expresa la institución por medio de un comunicado.
Informó además que para atender el tema de la salud el Sistema Penitenciario tiene en funcionamiento de 25 clínicas y más de 200 profesionales de la salud.
La institución a través de la Unidad Médica Odontológica, está implementando estrategias, entre las que destacan: Gestión con instituciones nacionales e internacionales para la adquisición de equipo moderno para un diagnóstico oportuno de las enfermedades.
Además, detalló que se tiene mayor inversión en compra de medicamentos para atacar enfermedades de interés epidemiológico, diseño e implementación de planes de abordaje a la problemática de salud de una manera integral para curación y recuperación de privados de libertad que lo ameriten.
“De igual forma se realizan brigadas médicas y campañas de limpieza permanentemente en los centros penales y se mantiene el plan nacional en contra de la tuberculosis con la Unidad de Tuberculosis del Ministerio de Salud quienes a través de las unidades de salud locales administran los tratamientos”, expresa la DGCP.
Las mejoras en la salud de los privados de libertad se ha intensificado luego que organismos internacionales de derechos humanos señalaran una aparente “deshumanización” del sistema carcelario salvadoreño, agudizada por el despliegue de las medidas extraordinarias de seguridad y un alto índice de hacinamiento.