“Alta ansiedad y presión de poder ser la próxima víctima mortal”, son algunos de los síntomas que agentes policiales desarrollan ante los constantes ataques que estructuras pandilleriles ejercen como respuesta a la represión que la Policía Nacional Civil (PNC) desarrolla, aseguró el experto en seguridad y criminología, Ricardo Sosa.
“El factor sorpresa ha sido el instrumento utilizado por los criminales para acribillar a los policías. (“¦) la mayoría de agentes fueron asesinados en sus días libres, muchos de ellos en actividades de distracción o en movimiento”, dijo Sosa.
En lo que va de 2016, un total de 38 policías y 18 miembros de la Fuerza Armada han sido asesinados por presuntos pandilleros. En 2015 murieron de forma violenta 64 agentes y 24 militares.
El experto en seguridad afirma que la situación de inseguridad puede estar generando un estrés traumático en los policías que día a día se enfrentan con criminales.
“Los síntomas pueden presentarse días, semanas y a veces hasta años después de ocurrido el hecho. Pueden presentarse pesadillas o imágenes constantes sobre la situación traumática sobre el asesinato de sus compañeros y combates a las estructuras criminales”, sostuvo Sosa.
¿Qué hacer?
El criminólogo asegura que los Altos Mandos policiales y el Gobierno deben implementar un programa de salud mental como parte de una política institucional y conducido por médicos especialistas.
“Debe conducirse por profesionales en Psicología, Psiquiatría y trabajadores sociales para los miembros de la Corporación y miembros de sus familias. Debe ser un programa diario derivado de la política de salud mental para que en las delegaciones, subdelegaciones y puestos policiales”, detalló.
Agregó que es importante la elaboración de un instructivo de autoprotección que los agentes tomen en cuenta en sus días libres y que sea firmado por todos los miembros policiales y que la institución supervise su cumplimiento.
“Algunos policías no portan su arma de equipo en sus días libres, lo cual los pone en mayor riesgo por qué no pueden contrarrestar un ataque directo. Es necesario revisar las disposiciones de limitaciones o prohibiciones estableciendo como prioridad que puedan contar con su arma asignada”, expresó.