La epidemia de violencia que infecta a El Salvador se ha ensañado, en los últimos días, contra policías y militares, la grave situación podría definirse como “una cadena de venganzas” por la confrontación armada entre fuerzas de seguridad y pandillas, opinó la experta en temas de seguridad, Jeannette Aguilar.
Estadísticas oficiales de la FGR, revelan que entre el 31 de octubre y el 16 de noviembre de 2016 han sido asesinados nueve policías, cuatro militares y un director del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM). En lo que va del año se reportan las muertes violentas de 44 policías y 22 soldados.
Aguilar, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad José Simeón Cañas (UCA) dio que el repunte de ataque contra agentes del orden podría ser una respuesta de las pandillas, no solo a las medidas extraordinarias, sino también, a ejecuciones extrajudiciales que puede estar cometiendo personal de la Policía Nacional Civil (PNC).
“Esta situación la hemos venido advirtiendo, con mayor profundidad, desde el 2015, esto repunta, en mi opinión, a un aumento notable de asesinatos de pandilleros en el marco de los llamados enfrentamientos armados con la policía, que hasta ahora, no hay una investigación independiente que apunte a señalar que estas personas han muerto en dichos enfrentamientos o se ha tratado de una ejecución extrajudicial”, explicó la experta.
La directora afirma que cada vez hay más signos que signos que demuestran que en el país se está viviendo una “guerra de nuevo tipo”, en donde dos grupos (policías y pandillas).
“Dos segmentos enfrentados disputándose, en el caso de las pandillas, el control del territorio; y el Estado preocupado por la recuperación de los mismos, en la que se puede hacer un uso excesivo de la fuerza letal”, sostuvo Aguilar.
“Las peores cárceles” para asesinos de policías
Ante la ola de asesinatos contra los agentes del orden, el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde afirmó que los asesinos de policías y soldados serán recluidos en “las peores cárceles” que existen en el país, en las cuales se recrudecerán las medidas de seguridad.
“Los estaremos esperando en las peores cárceles del país a todas las personas que resulten involucradas en los asesinatos de policías, nos hemos estado preparando y hemos creado condiciones en el centro penal de Zacatecoluca y construyendo nuevos espacios para celdas de aislamiento”, explicó el ministro.
Por su parte, el director de la PNC, Howard Cotto manifestó que todo el esfuerzo de la PNC irá encaminado a detener a los homicidas, especialmente a miembros de la Mara Salvatrucha, quienes han cometido los asesinatos de agentes del orden en los últimos días, dijo.
PDDH: la situación es alarmante
La procuradora de Derechos Humanos, Raquel Caballero expresó su preocupación ante los hechos de sangre contra la institución policial y del Ejército, calificando la situación de violencia como alarmante, por lo que sugirió revisar las medidas extraordinarias.
“La medidas se deben revisar para ver en que se está fallando, además es necesario un plan de protección para los agentes y militares para disminuir los riesgos de vulnerabilidad, se deben redoblar los esfuerzos”, dijo la funcionaria.
Recientemente la PDDH presentó dos iniciativas de protección tanto para los policías, militares, como para sus familias, que también son blanco de pandilleros. La primera consta de medidas individuales, interinstitucionales y del cuerpo policial; la segunda, sobre la protección de las familias de agentes ya fallecidos.
La primera iniciativa se compone de tres niveles: individual, que contiene medidas de formación técnica e protección personal, cuidado psíquico y acompañamiento para la construcción de protocolos de seguridad individual.
La segunda iniciativa está encaminada a proteger a los familiares de agentes asesinados para crear las condiciones necesarias para que esas familias reciban del Estado la atención básica que demanda su situación de vulnerabilidad, financiera y psicológica.
En 2015, El Salvador se convirtió en uno de los países más violentos del mundo por su tasa de homicidios que se situó a 104 por cada 100 mil habitantes, ese año, murieron violentamente 64 policías y 24 soldados.