El XVII Encuentro Nacional de la Empresa Privada (ENADE 2017) se realizó después de un proceso de análisis de las condiciones económicas, sociales y políticas que existirán en el país durante los próximos treinta años y de formular una propuesta de parte de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP). Esta propuesta debe servir de base de discusión de un posible acuerdo fiscal; el FMLN y el gobierno deberían analizarla detenidamente, ya que puede ser una parte esencial de la agenda de discusión con la gran empresa privada y los partidos políticos, durante los próximos años.
En el encuentro de la empresa privada se respiró cierto nacionalismo y tolerancia política ideológica, lo que es muy importante para definir un plan económico, social y político de nación.
En general la ANEP propuso lo siguiente: la empresa privada y el Estado deben tener una visión de país, unirse, desarrollar instituciones y políticas públicas confiables, establecer reglas del juego claras en lo financiero, fiscal y competencia para atraer inversión, aumentar la productividad, generar empleo, aumentar los salarios y los ingresos, garantizar la seguridad (vida y propiedad), la educación, la salud de los ciudadanos, sacar de la pobreza al país.
En lo relativo al Estado debe asegurarse la independencia de poderes, finanzas públicas sostenibles, que existan funcionarios públicos ejemplares, reducir los trámites, ejecutar proyectos de inversión que tengan un fuerte impacto económico y social con muy poco impacto ambiental.
Las finanzas públicas sostenibles implican predictibilidad fiscal, es decir presupuestos plurianuales y equilibrados (ingresos, gastos y deudas), que le permitan al Estado cumplir con sus compromisos financieros (deudas con las entidades financieras y con los particulares, tales como los cotizantes del sistema antiguo de pensiones, proveedores, etc.).
En lo relativo al endeudamiento público plantea que la deuda de corto plazo (Letes) debe pagarse en el transcurso del mismo año; expone la idea de fijar metas máximas para los próximos 30 años, en donde la deuda continúa creciendo hasta el año 2023 (debido a la tendencia de algunos gastos que necesariamente se tienen que hacer), luego se visualiza un período en que se estabiliza la deuda y finalmente un proceso de disminución hasta llegar a un nivel similar al que existe en este momento.
Un supuesto básico del planteamiento de ANEP es que en la medida en que exista un acuerdo entre la empresa privada y el gobierno, en el marco de una visión de país, la inversión privada y pública aumentará, crecerá el empleo, la producción y los ingresos de la población; esto a su vez permitirá más ingresos para el Estado y mayor capacidad de endeudamiento.
Otra propuesta muy interesante es la creación de un Consejo de Responsabilidad Fiscal de la sociedad civil, que fiscalice todos los acuerdos entre la empresa privada y el gobierno en materia fiscal.
El único aspecto débil de la propuesta de ANEP es que se centra en los gastos y el endeudamiento, con muy poca atención a los ingresos y en ningún momento se refiere a los impuestos necesarios para elevar la carga tributaria a niveles similares a las que existen en otros países de América Latina que se encuentran en el mismo nivel de desarrollo económico y social.
El Presidente Sánchez Cerén dio un mensaje esperanzador, diciendo que estaba seguro que trabajarían juntos con el sector privado por el país, ratificó el compromiso de su gobierno de fortalecer los vínculos con el sector privado; invitó a la empresa privada a unirse a los esfuerzos que realiza su gobierno con diferentes sectores de la sociedad para la creación de un acuerdo fiscal que dinamice la economía del país y garantice el bienestar de las familias salvadoreñas. Esperamos que no sea sólo un aspecto protocolar.