La jornada de este lunes puso fin a la racha de máximos históricos de las tres jornadas anteriores en Wall Street, y al cierre marcó el descenso más pronunciado en lo que va de año, impactado por el repunte en la rentabilidad de los tipos de interés de referencia entre temores a un alza en la inflación.
El Dow Jones bajó un 0.67 %, hasta 26,439.48 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 bajó un 0.67 % hasta 2,853.53 unidades, y el índice compuesto del mercado Nasdaq cayó un 0.52 %, hasta 7,466.51 unidades.
Los mercados detuvieron así las ganancias de los últimos días y reaccionaron con cautela en la víspera del primer discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Donald Trump.
En lo que va de año, los tres principales indicadores del mercado bursátil de Nueva York han coincidido con marcas históricas en una misma sesión en nueve ocasiones, y el Dow Jones por separado ha logrado once récords históricos desde que comenzó 2018.
La sesión de este lunes transcurrió además con la mirada puesta en la reunión de dos días que iniciará mañana la Reserva Federal, la última bajo la presidencia de Janet Yellen, quien será reemplazada por Jerome Powell.
Pero algunos analistas claves anticiparon la posibilidad de que el mercado esté entrando en una etapa de correcciones tras los avances que ha habido desde que Trump llegó a la Casa Blanca, con unos efectos que se notarán a lo largo de este año.
"Al margen de qué lo pueda disparar, es altamente probable que haya una corrección de algún tipo", afirmó el jefe de estrategia global de la firma bancaria Goldman Sachs, Peter Oppenheimer, en una nota a sus clientes.
"Los inversores -añadió Oppenheimer- deberían estar vigilantes en períodos en los que el optimismo ha sobrevalorado los activos, dejándolos vulnerables a pequeñas decepciones".
La mira estuvo puesta hoy en el alza del indicador de volatilidad, también conocido como de miedo, que hoy terminó con un aumento del 24.91 %, una variación que no se veía desde agosto del año pasado, un temor que también advirtió Oppenheimer.
Pero, sobre todo, el parqué neoyorquino estuvo pendiente este día de la rentabilidad del bono del Tesoro a diez años, de referencia en el mercado de deuda, que llegó a estar por encima del 2.7 %, en niveles de abril de 2014, lo que tuvo impacto en el ánimo de los operadores.
Según los analistas, este aumento está ligado a temores del mercado sobre la posibilidad de un aumento de la inflación este año.
En las principales bolsas europeas, la tendencia fue a la baja con excepción de la Bolsa de Londres, que cerró este lunes con una subida del 0.08 %, apuntalada por la caída de la libra y la mejora de las mineras en el parque.
El FTSE-100, principal índice del mercado londinense, avanzó 5.99 puntos, hasta los 7,671.53 enteros, mientras que el secundario FTSE-250 cayó un 0.18 %, 37.66 puntos, hasta los 20,577.92 enteros.
La sesión se benefició del descenso de la libra frente el dólar estadounidense, del 0.81 %, hasta 1.4037 dólares, con pérdidas que atribuyeron a la incertidumbre del "brexit", según los analistas, poniendo a la divisa británica casi en línea con su valor frente al dólar al comienzo de la semana pasada.
El retroceso de la libra suele favorecer a las empresas del FTSE-100 ya que ingresan parte de sus ganancias en dólares.
La actuación de las mineras, impulsada por la subida del precio del metal, también contribuyó al avance del "footsie", con Glencore liderando con un incremento del 3.26 %, seguida de Rio Tinto, que avanzó un 2.08 %.
El modesto incremento de la Bolsa de Londres ha sido recibido con tranquilidad por los inversores, quienes esperan la presentación de resultados de las multinacionales del FTSE-100 a lo largo de la semana.